Quienes Son Los Orishas De La Santeria?
Olódùmarè – Dios Todopoderoso. Esta composición de vocablos que le da el significado a nuestro Supremo religioso, origen de nuestra fe, está compuesto en el dialecto Yorùbá, de la siguiente manera: OLO (extensión, expansión, eterno); DU (tiempo o años); MARE (nacer, crecer, criar) y RE (estabilidad, del bien, de guiar). Esto es Dios.
Odùduwà (persona que existe por si sola)
Odùduwà es el "Señor Dueño del Castillo", es el primer rey de la atmósfera y la fortuna. Vive en las tinieblas profundas de la noche y posee un solo ojo que es fosforescente. Es una masa espiritual de enormes poderes que no tiene forma, ni figura fija. Se vale de espíritus vasallos para manifestarse, y fue el primer Obba sobre la Tierra.
La corona bàtálá,de Odùduwà reposa en el templo de Oshalufón y se corona en la casa de O bàtálá. Esta vinculaciónes por eso que Odùduwà tiene su secreto en la casa de O entre ambos santos genera confusión en la Identificación entre ellos. Odùduwà es melli (jimagua), uno es Odu y el otro es Odùduwà. Odu gobierna el Cielo y Odùduwà en la Tierra. El nacimiento de Odùduwà se dio a conocer en el Odu Odí Iká y se llama Odi Ka Orisayé Odùduwà Akuesi, lo que significa La Guabina. Los ritos a Odùduwà son muy frecuentes entre los Yorùbás. Odùduwà esta siendo representado hoy en día por 16 reyes que descienden directamente de él y están gobernando estas tierras:
- Oní (Tierra de Ife)
- Alara (Tierra de Ara)
- Alafin (Tierra de Oyó)
- Elejunde (Tierra de Idé)
- Orishgbe (Tierra de Shagbo)
- Elekele (Tierra de Ikele)
- Alaketu (Tierra de Ketu)
- Obba (Tierra de Odo Egun)
- Oshemone (Tierra de Onfe)
- Onipopo (Tierra de Egun)
- Owa (Tierra de Ilesa)
- Onidada (Tierra de Abenay)
- Orangun (Tierra de Ilesa)
- Oninana (Tierra de Oran)
- Alaye (Tierra de Efun)
- Ileke (Tierra de Oke)
Existe una historia que habla sobre “El poder del mundo” donde se certifica la Importancia que tiene el recibir a Orun y Odùduwà. Son necesarias estas deidades ya que el interesado llega desvalido y estas entidades lo representarán, Orun como padrino espiritual y Odùduwà como oyubona espiritual.
En otra historia se habla de “El reino de Odùduwà”. Las palabras dichas por Olófin: “puesto que yo no soy para ser adorado por iyaloshas ni iworos (santeras ni santeros), permito que por mi, en la Tierra, adoren a Odùduwà que es el orisha mayor para todos los oloshas (santeros), como lo es Igba Odu (la representación de Dios) para todos los Babalawos.
Actualmente los Oni (reyes de la tierra Yorùbá) son descendientes legítimos de Odùduwà. Esta deidad es considerado creador y correcto, por eso es un santo de sentencia en su consejo hacia sus hijos, es decir, en un Itá los orishas permiten corregir faltas de las personas, pero en el odu dado por Odùduwà no tiene esta posibilidad, ya que la palabra de Odùduwà es ley. Eso ocurre porque este santo quiere evitar que cometamos los mismos errores que hemos venido cometiendo. Cuando se nos da un odu de orientación se nos recomienda hacer las mejores cosas del signo, por ser humanos y tener el libre albedrío, nos permitimos faltar y sin embargo los santos nos perdonan una y otra vez, mientras que Odùduwà no nos perdona pero permite que nos tropecemos con lo ya marcado por el odu dado por él ya que somos dueños de nuestro destino.
Odùduwà rúnmìlà se cortó la lengua con un cuchillo para poder alimentar a su hermano Ò y a sus hijos. Este santo vive en alto tapado con una fina tela blanca, su día es el jueves y por respeto a él se recomienda vestirse de blanco y no tener relaciones intimas ese día. El odu Ogbe Sa certifica que ninguno de sus hijos debe comer su comida principal, el carnero. A este santo se le sacrifican todo tipo de animales. La persona al recibirlo adquiere evolución y estabilidad. Todos estos relatos nos certifican el poder, la jerarquía y la importancia de esta deidad para cada ser humano de cualquier edad.
Deidades que viven con Odùduwà:
• Eshu Aboni: Es hijo y nieto de Odùduwà. Hijo de los amores ilícitos entre Bromú y Yewá, éste orisha es conocido como protector contra la brujería y todo lo malo, infiriendo así inmunidad para quien lo tenga. Se le da de comer cada año nuevo eyele melli fun fun (dos palomas blancas) y huevo sancochados.
• Atemoleta: Representa el poder que comparte Ifá y Odùduwà en el mundo. Tradicionalmente se le ha puesto una bola de billar por la similitud de la referida bola con la Atemoleta verdadero, éste fundamento lleva una carga especifica ya que es la representación de la Tierra o el Mundo.
• Ori Ikú Lashona: Representa el proceso bajo el cual todos somos hijos y tenemos nacimiento y muerte. Representa los sentidos y bajo su condición la representación de Obba Egun Ikú (el Rey de los Muertos).
• Eyaomolorun: Representa el nacimiento de la vida, el primer odu que apareció en el mundo en forma de pescado. Representa también el ojo de cada orisha.
• Ayerecoto: Es el radar, el mensajero que permite comunicarse a Odùduwà con Orun, Olókun y Shangó. Es el que capta todas las malas enviaciones.
• Bromú: Hijo de Olókun, representado en una tinaja de colores horizontales. Olókun le entregó este hijo a Odùduwà para que trabajara con él. Representa las manos de Odùduwà y es el que ejecuta.
• Brosiá: Hijo de Olókun, representado en una tinaja de colores verticales verticales. Olókun le entregó este hijo a Odùduwà para que trabajara con él. Representa la retina del ojo, es la visión de Odùduwà.
• Gbore Jobi Ogulenu: Es el awofakan (adelé) de Odùduwà. Su significado es "Dios universal del destino y la medicina". Es el intérprete de Odùduwà en la Tierra y vive en un cofre de madera con epó (manteca de corojo).
OSA-BELLI. Osá es salir, inquietud; BE es cortar, LLI es luchar, acción, mover, vivir. El compañero de Odu-Aremú, es donde nace el trabajo, la lucha, todo lo que en este mundo se haga y se mueva, nazca o crezca, viva o se muera, eso es Osa-Belli, el oro de esta vida.
BOROMU, Este Santo es la producción, es lo que rinde, es la reproducción de la simiente en la tierra. Se dice que es la esposa de Osa-Belli.
OLOFI, Este vocablo que comienza con la sílaba Olo, que significa: extensión, expansión; y concluye con la síiaba Fi, que quiere decir: pintita, manchita dentro de la gran extensión o espacio de este mundo. Es por eso que Olófi viene a resultar ser el primer responsable ante OLODDUMARE de todas las cabezas y cosas que existen en este mundo y con potestad sobre los otros santos de Deidad ya conocidos, demuestra Religión, como son: Odùduwà, OLOKUN, ORISHAOkO y YEWA. Olófi es la cabeza directa de todas las cosas que están en relación directa con OLODDUMARE, sobre la faz de la Tierra. Es por eso que todos los santos tienen que contar con la aprObbación de OLOFI, para la realización de todas las cosas y actos de la vida.
Obàtálá que tal o mas cual persona puedebàtálá, pero no es un OOLOFI es un O tener, aun cuando se trate de su imagen o símbolo consagrado en nuestra Religión.
Lógicamente, la imagen o los secretos consagrados a OLOFI, lo puede tener un OMOCOLABBA. Olúos que rigen en Orúmila, OBBA que es el signo por el cual está conceptuado como OMOCOLABBA. A esa persona necesita saber todos los secretos y prepararle debidamente en Osha y, después pasar por el mismo proceso en Orúmila y entonces, sería cuando dicha persona vendría a ser un verdadero OMOCOLA-BBA.
Puede tener Olófi aquel Olúo que dentro de todos los Babalaos sea él, el mayor en Orúmila. Entonces en manos de éste estará OLOFI y llevará el calificativo de OBBA, en el seno de los Olúos y para nosotros los Olo-Ochas; los Oni-Changó son los más llamados a ejercer las funciones de OMOCOLABBA.
A Olófi, no le puede suplir ningún Santo en sus funciones ante OLODDUMARE, en este mundo, Tampoco lo puede tener ninguna mujer.
OLORUN. En algunas partes del continente africano, los naturales no conocen, ni adoran otro Dios, que el Sol y, como él se llama LORUN, y éste está íntimamente ligado a Oloddumáre, es por lo cual lleva el calificativo de OLORUN.
OLOKUN, Es después de Odùduwà, la más alta representación de Osha. Esta Santa que está representada en Osha como la vida y la muerte. OLOKUN es deidad de Osha, porque es el mar, y el mar es Oló: expansión y extensión y es de Olókun donde sale Illá-mo-allé, que es así, como se llama a la que nosotros conocemos por Yemayá, que quiere decir: MADRE DEL MUNDO. En África hay algunos lugares que le llaman Illá-moellá: MADRE DE LOS PECES. En fin, Olókun todo lo abarca. El mar es un mundo profundamente desconocido y respetado por el africano. Al mar se le llama Ocún.
Esta representada por los siete mares que rodean al mundo y cada uno comprende un Yemayá original, cuyos nombres son los siguientes: Ocute, Azabba, Mallelogun, Asesú, Oquero, Oroó e Ibú-Aganá. Estos son los siete nombres originales y verdaderos de los Yemayá de base. Agotados los nombres de estos mares, cuando se está fabricando un Yemayá, el Oriaté investigará en el campo de Ará-onú, por ejemplo: Ocute-odonu, Azabba-lonú, etc.
La familia de Olókun está compuesta de nueve santos, que son: Siete Ibeyis, Olókun y Changó. Los Ibeyis son los siguientes:
1 – Ainá
2 – Kaindé
3 – Ideú
4 – Olóri
5 – Itawo
6 – Oronía
7 – Arabba
8 – Changó, padre de estos Belli. Tenemos que recordar que la palabra Changó quiere decir problemas.
Olókun, LA CABEZA DE ESTA DEIDAD SE HALLA EN EL FONDO DEL MAR, POR ELLO SE DICE EN YROZO: NADIE SABE LO QUE HAY EN EL FONDO DEL MAR, SINO EL PROPIO MAR Y OLO-DDUMARE ÚNICAMENTE.
Y si no sucedieran muchas cosas, que en sí son los problemas de la vida, en bien o mal, y trae como consecuencia a los moradores de esta Tierra un estado de confusionismo, que no se sabe dónde se va a parar, si continuará hacia adelante, si llegará a la meta de su vida, si será grande o no será nada. En fin, cuando se piensa en todas estas cosas viene la enfermedad o la tragedia, ya sea por familia o por cosas de la vida, y todas estas cosas nos llevan a pensar en Dios y, por ende, buscando un alivio para nuestra alma y todas estas cosas, repito, que el destino crea en nuestra vida. Nos da un átomo de Fe y de esta manera elevamos nuestros pensamientos y corazón al Dios Todopoderoso e incluyendo a su Corte Celestial: los Santos.
Y todas estas cosas, ¿de dónde nacen? De Olókun, de Changó, de Aganá Ocún, que quiere decir: Nadie sabe lo que encierra en su profundidad. Entonces usted comprenderá que este Santo siendo tan poderoso, tiene que llevar dos manos de caracoles que nunca hablarán. Se trata de un cuerpo sin cabeza sobre la Tierra, porque su cabeza se esconde en las profundidades del mar, sólo Dios sabe dónde está.
Olókun habla por medio de Yemayá, ni siquiera habla una sola vez, a no ser por medio de la referida Yemayá. En Olókun está la vida de todos nosotros y allí está nuestra muerte también, representada por dos grandes espíritus, SOMUGGAGGA, que representa la vida, y ACARO, que representa la muerte.
SOMUGGAGGA,SOMU:teta,mama; GGAGGA:Grandísima.
ACARO, ACA; sobre o poner; RO: derivado de Oróo, Acción.
ESTOS DOS PERSONAJES:UNO REPRESENTA EL DIA Y EL OTRO LA NOCHE,
ES EL MISMO ORISHAOkO, "IKÚ AFEFE AROGODDO GAI OLOTIGUARO"
LOS IBEYIS. En los pueblos primitivos, el nacimiento de mellizos es generalmente acogido como algo fuera de lo natural. En el África ecuatorial occidental algunos reciben a los mellizos con muestras de alegría, para otros el nacimiento de gemelos es un signo desgraciado. Entre los Arebo de Guinea cuando ocurría un nacimiento doble, la madre y los niños eran ajusticiados por considerárseles sumamente peligrosos para la comunidad. En Unyanyembe, en el Niger, a la madre y a los niños se les arrojaba al agua por motivos semejantes. Sin embargo, la mayor parte de los Yorùbá consideran a los mellizos como seres excepcionales a los que se respeta y halaga. Creen que los mellizos son los representantes de los Oricha Ibeyi, los gemelos sagrados. Los Fons, del Dahomey, también rinden culto a los mellizos sagrados llamados Hoho.
En Cuba y en Brasil se les rinde culto debido a la influencia Yorùbá, en Haití también, pero allí se debe a la influencia dahomeyana. El mayor de los gemelos sagrados se llama Taiwo, que es un nombre formado por la contracción de la frase To-aiyo-wo (el primero que saborea el mundo). El segundo se llama Kehinde, nombre que viene de la frase Ko-ehin-de (el que viene detrás de otra persona). Ellos personifican la fortuna, la suerte, la prosperidad. Se les representa por medio de imágenes antropomórficas que aparecen ligadas de manera que no pueda desunírseles.
Se les ata por medio de una cadena o soga, ya que se considera que de separárseles todo su poder desaparecería.
El nacimiento de mellizos es considerado por los padres como una prueba de que la buena suerte y la fortuna les protegerán. Salen con sus hijos a pedir limosna a los transeúntes, a quienes saludan en nombre de los gemelos sagrados. Las personas a quienes saludan tienen que entregarles un pequeño regalo como prueba de respeto a los dioses. Hasta tal punto los mellizos son considerados como representantes de los Oricha Ibeyi, que en el caso de que uno de ellos muera, la madre tendrá que construir una imagen del difunto que el sobreviviente deberá llevar a todas partes. Cuando éste llega a adulto deberá entregar a su hermano muerto, como ofrendas, una parte de sus comidas, para poder asegurarse el beneplácito de los Ibeyi. De no hacer esto, los Ibeyi se molestarían y lo castigarían con la muerte.
Todos los mellizos tienen que rendirle culto a sus dioses protectores durante toda su vida. Los sacrificios son simples y consisten en pequeñas porciones de vegetales y frijoles principalmente.
Estos orishas son los patronos de los niños, se les representa por dos jimagüas (varón y hembra), uno vestido de azul y blanco y el otro de rojo y blanco, y se les llama Ibeyis por los Yorùbás y Hobo por los fon
En la Regla Kimbisa del Santo Cristo del Buen Viaje se les llama Batotonki, Batunque Mpangui y Guanalune Lupangueri; en Brillumba: Majumbo Moungu, Mpungu, Ntala y Msamba y en Mayombe: Bsimba Kalulu y O Masa.
En el culto Arará son los marassa y en el Cabildo lyesá, Ibeyis y Marassa.
No tienen collares. Su símbolo es la inocencia. Se reciben, pero no se hacen ni montan a sus hijos. Como su padre, viven en las palmas, pero andan por las sabanas y bajan a los ríos o a los lugares donde suena el tambor. El mayor es medio adivino. Hablan por cocos y caracoles. Sus adornos: llaves, collares, monedas y medallas. Gustan de los caramelos. Aunque generalmente se les acepta como hijos de Shangó con Oshún, algunos le atribuyen su maternidad a Oyá, bàtálá. En el diloggún hablan por Eyioco (2) y todos los meyi.Yemayá, u O Entre los atributos de los Ibeyis se encuentran: dos muñecos sentados en taburetes unidos por un cordel, 2 tinajitas, 2 canastas, 2 cazuelitas de barro. Haítí, En Haití son conocidos como los Marassas. En Santo Domingo, al igual que en Haití se les llama los Marassa. Pero no son, propiamente hablando, divinidades, sino gemelos investidos de poderes extraordinarios, lo cual los convierte en seres excepcionales. Gracias a ello están capacitados para obrar ciertos prodigios como adivinar el futuro, detener o provocar la lluvia y curar dolencias. Tienen también la facultad, si así lo desean, de hacer daño a quienes violenten sus caprichos: por ello son objeto de un culto especial. En el Sábado Santo, Navidad o Epifanía se les sirve una comida llamada Comida-Marassa. En Trinidad-TObbago; En este culto se les conoce como Beji o Bélele.
En Brasil, en general, son conocidos como Gemeos Ibeji, pero en Bahía se les llama Ibeje o simplemente Beje y su fiesta es el 2 de septiembre. Allí son adorados con una religiosidad profunda, se les dicen misas en todas las Iglesias y los niños salen a la calle desde muy temprano, pidiendo limosna para los festejos. Ese día, tanto las familias pudientes como las pobres, les dedican los mejores manjares de la ya muy famosa cocina bahiana, llamados, para la ocasión, carurus dos meninos o carurus dos santos.
Los Ibeyis, aparecen siempre después de la manifestación de cualquier orisha, como un período de transición al estado normal, ya que los africanos decían que todas las personas que tienen santo, tienen también un Ere de los jimagüas. La persona poseída por este Ere se comportará como un niño, para diversión general. Durante las fiestas públicas son saludados con la exclamación de lá-o. En el Candomblé de Flaviana, en Bahía, los Eres tienen una fiesta especial: la cuerda de los Ibeje. Esta fiesta consta de una cuerda atada de un lado a otro del barracón, de la cual penden frutas, pedazos de cañas, un pote con dinero en menudo, etcétera, y todos los presentes comienzan a saltar para coger las cosas que de ella cuelgan hasta dejarla pelada. El culto a los niños es una festividad tradicional entre la población pobre de Bahía, que se celebra más fuera que dentro del Candomblé.
Representados por dos muñequitos tallados en madera (normalmente se usan de plástico en América), sentados sobre dos pequeños taburetes unidos por un cordel (casi todas las casas de santo en América no los mantienen así). El varón con un collar de Changó y la hembra con uno de Yemayá; aunque hay casas de santo que no les ponen collares y en otras les colocan un juego de collar a cada uno (los cinco básicos).
Normalmente su vestimenta va alegóricamente relacionada a Shangó y Yemayá. Se utilizan normalmente dos tinajas (hay lugares en donde utilizan tres), en cada tinajita lleva cuatro piedrecillas, ocho cauríes (caracoles) y cuatro metras. Las piedras del macho son alargadas (alegórico al pene) y las de la hembra son redondas (alegórico a la vulva). Hay casa de santo en donde se discute que no necesariamente tienen que ser hembra y macho, pueden ser también dos hembras o dos machos, uno hijo o hija de Shangó (el mayor) y otro hijo o hija de Yemayá (la menor). Sus herramientas, dos acheré (sonajas), dos tamborcitos, juegos de campanillas, güiras pintadas con cruces o con pares de rayos con el fondo blanco. Sus comidas, animales de pluma, pollo y paloma; también frutas, arroz amarillo con pollo, rositas de maíz, caramelos, etc. Los Ibeyis son juguetones, golosos y traviesos, gozan del cariño paternal de todos los Orishas. Se les considera patrones de todos los niños, barberos y cirujanos. Viven en la Palma. Los Ibeyis son aliados de Changó quien los quiere con mucho recelo.
Se dice que los Ibeyis (Jimaguas), catolizados como San Cosme y San Damián son hijos de Oyá y Changó; aunque fueron criados por Olókun y Shangó. Cuando son dos Ibeyis hembras, son catolizadas como Santa Rufina y Santa Justa. Aunque normalmente son conocidos como Los Ibeyis o Jimaguas, en realidad son siete; Ainá, Kaindé, Ideú, Olóri, Itawo, Oronía, Arabbá. Se dice que Itawó y Kainde, son orishas menores, jimaguas, varón y hembra, hijos de Changó y Oshún aunque criados por Yemaya. Arabbá y Ainá son macho y hembra respectivamente. Tambien son conocidos como Talabí y Salakó Gemelos femeninas; Ayuaba y Alba. En el Diloggún hablan en Eyioko y en todas las combinaciones Mellis. Su día es el Domingo.
ORISHAOKO, poderoso Santo que representa la Tierra. Este Santo es masculino, es el esposo de Olokun. Tiene dos características: una, de día y otra de noche; de día es un hombre perfecto, bonito, de modales finos; en cambio de noche, es la personificación de la muerte porque él se disfraza: Ikú afefe oroggoddo. A la entraña de la Tierra se le llama Oroiña, Oróo: accionar, mover, girar; Iña: movimiento continuo o de rotación. Este Santo acciona espiritualmente, es por lo que los africanos utilizan como símbolo una teja con una penca de yagua marcada u otras cosas análogas de las que se utilizan en el techo de una casa cualquiera; pero con siete rayas, ya sean horizontales o verticales. Estas rayas representan un Ordun, que es, 7 Oddí, en Dilóggun significa: Cielo, Agua y Tierra. Ese es el signo que se le pone a la teja o artefacto que se utiliza para esto. Sus Allé del secreto, son unos caracoles en forma de tirabuzón, que tienen unas rayas verticales en distintos colores. Su Dilóggun y su otá.
En Orishaoko se tira el Dilóggun una sola vez y lleva una sola mano de caracoles. Orishaoko si tiene cabeza, este Santo es una deidad. No lleva dos manos de caracoles, pero fíjense que arriba se le indica que Orishaoko lleva ocho caracoles de un tamaño que fluctúan entre dos y dos y media pulgadas, en forma de tirabuzón con unas rayas verticales de distintos colores, hecho esto por la naturaleza y para los religiosos representan los distintos colores de la flora terrenal. Asimismo, son también colores que se distinguen a Orishaoko, cuando está disfrazado. Estas mismas pintas son los Ofifis de pintura que se les hacen al pan, al coco u otras cosas que se utilizan para los Ebbó donde habla Orishaoko y Orishaoko habla por boca de Yemayá, por cualquiera de las siete, ya que si nos fijamos un poco son sus hijas, porque Orishaoko es el esposo de Olókun, madre de todas las Yemayá.
La comida de Orishaoko nunca debe dársele de comer en la casa, ni darla para que nadie la coma. A Orishaoko se le tiene siempre que usted le vaya a dar de comer, prepare una carga de todo lo que produzca la Tierra y esté a su alcance, y ésta tiene que ser cruda. Así como los animales que usted le sacrifique, también debe enviárselos crudos en una canastita, para depositarlos en un hoyo en el monte. Esto debe ser todo blanco. De todas las viandas que se le ofrenden, deben de presentarle un pedacito ante la imagen de Orishaoko o al secreto; todo lo restante, repito, debe enviársele para el monte y depositarlo en un hoyo que encontrare. Y así, hará con lo que quede cocinado, a los tres o siete días, o lo que con el coco indique Orishaoko.
Los secretos de este Santo son tan profundos, que son muy pocos los criollos que pueden conocerlos. Este Santo tan respetado y considerado por los propios africanos, es un fiel cumplidor de su palabra. Hay un pacto entre Orishaoko y Oloddumáre, que él cumple fielmente, porque de él se nutren y viven todos los seres conscientes y aquellos que no son conscientes y que existen sobre la faz de la Tierra. En Orishaoko, la Tierra, tenemos a OQUE y a OGGUE, que son también dos grandes potencias en la Tierra para su impulso e influjo.
OROIÑA, se dice que es la madre de Aggayú, pues bien sabe usted, si ha leído "EL LUCUMI AL ALCANCE DE TODOS", que el símbolo de Aggallú es el volcán y, es por lo que se dice, que Oroiña es la madre de Aggallú. Y recuerde que Aggallú no solo sale de la entraña de la Tierra, sino que para bien de nosotros es un astro en el Cielo, el Sol, y por eso se denomina Aggallú-Solá. Aggallú quiere decir, todo lo que se ve; y Solá, lo que sale. Y se entiende por tanto, que Orishaoko y Aggallú, tienen una gran relación entre sí, si se tiene en cuenta que ese volcán que sale de sus entrañas, de la entraña de la Tierra, que eso es nuestro Orishaoko.
Los Orishas.
Los orishas son los emisarios de Oloddumáre, o Dios Omnipotente. Ellos gobiernan las fuerzas de la naturaleza y los asuntos de la humanidad. Se reconocen a si mismos y son reconocidos a través de sus diferentes números y colores, los cuales son sus marcas, y cada uno tiene sus comidas favoritas y otras cosas que les gusta recibir en forma de ofrendas y regalos. En conformidad, nosotros hacemos nuestras ofrendas en la forma a la cual ellos están acostumbrados, como siempre las han recibido, para que así ellos reconozcan nuestras ofrendas y vengan en nuestra ayuda.
Se comprende mejor a los orishas observando las fuerzas de la naturaleza que ellos gobiernan. Por ejemplo, se puede aprender mucho sobre Oshún y sus hijos estudiando los ríos y arroyuelos que ella gobierna, y observando que a pesar de que ella siempre fluye en dirección hacia su hermana Yemayá (el Mar), lo hace dentro de su propia ruta indirecta. También se puede observar como el barbotéate arroyo y la riada o inundación repentina reflejan sus cambiantes estados de animo. A medida que se observa a los orishas trabajando en el mundo y en nuestras propias vidas, se alcanza un mejor entendimiento sobre ellos y su forma de ser. Si, son complejos, pero no mas complejos que otro ser viviente como usted o yo. De vez en cuando, también somos bendecidos en la religión con la oportunidad de encontrarnos con los orishas cara a cara durante un bembe, donde uno o mas de sus sacerdotes es montado por ellos.
Eshu o Elegguá, es el dueño de los caminos y puertas en este mundo. El es el depositario del Ashe. Los colores rojo y negro o blanco y negro son suyos, y codifican su naturaleza contradictoria. En particular, Elegguá se erige en la encrucijada de los humanos y lo divino, pues el es el infantil mensajero entre los dos mundos. En este papel, no es sorprendente que tenga una relación muy estrecha con el Orisha de la rúnmìlà . Nada puede hacerse en ninguno de los dos mundos sin suadivinación, Ò permiso. A Elegguá siempre se le hace sacrificio propiciatorio y es llamado antes que ningún otro Orisha, pues él es el que abre las puertas entre los mundos y abre nuestros caminos en la vida. Es hijo de Okuboro que era rey de Añagui. Un día siendo muchacho andaba con su saquito y vio una luz brillante con tres ojos, que estaba en el suelo. Al acercarse vio que era un coco seco (obbi ). Elegguá se lo llevó al palacio, le contó a sus padres lo que había visto y tiró al obbi detrás de la puerta. Poco después todos se quedaron asombrados al ver la luz que salía del obbi. Tres días mas tarde, Elegguá murió. Todo el mundo le cogió mucho respeto al obbi que seguía brillando pero con el tiempo, la gente se olvidó de él. Así fue que el pueblo llegó a verse en una situación desesperada y cuando se reunieron los arubbo (viejos) llegaron a la conclusión que la causa estaba en el abandono del obbi.
Este, en efecto, estaba vacío y comido de bichos. Los viejos acordaron hacer algo sólido y perdurable y pensaron en colocar una piedra de santo (otá) detrás de la puerta en el lugar del obbi. Fue el origen del nacimiento de Elegguá como Orisha o santo. Por eso se dice: Ikú, lobi, Osha. El muerto parió al santo. Elegguá es Orisha mayor. Tiene las llaves del destino, abre y cierra las puertas a la desgracia o la felicidad. Es la personificación bàtálá ydel azar o la muerte. Portero del monte o la sabana. Es hijo de O Yemu. Es el primero del grupo de los 4 guerreros Orishas (Elegguá, Oggún, bàtálá y Orula suficientes privilegios paraOchosi, y Osun). Ganó con Olófi, O ser el primero: Okana. Ningún Orisha le antecede porque el mismo Olófi dijo: Siendo tú el más chiquito y mi mensajero, serás el más grande de la tierra y sin contar contigo nunca será posible hacer nada. También Olófi accedió a que fuera saludado y a que comiera antes que los demás orishas, así como a ser el primero a la entrada de la casa. Generalmente se acepta que Elegguá tiene veintiún caminos y sus caracoles son veintiuno. Es amigo y protector de Ochun. Sus días son el lunes y martes y todos los que caigan en 3, se celebra el día 6 de Enero y 13 de Junio. Tradicionalmente la figura de Elegguá se encuentra muy vinculada a la Eshu.
Eshu es la reencarnación de los problemas que acechan al hombre. No es una figura propiamente satánica porque ningún Orisha representa conceptos puros y todos admiten contradicciones. Eshu no es el diablo aunque está presente en todas las desgracias. Vive en la calle, en la sabana y en el monte y si entra en la casa, hay tragedias.
La pareja Elegguá-Eshu constituye la expresión mítica de la inevitable relación entre lo positivo y lo negativo. Para los Yorùbás, la casa significa el refugio por excelencia, el lugar privilegiado contra los avatares del destino. En su misma puerta reside Elegguá, marcando con su presencia la frontera entre dos mundos: el interno, de la seguridad y el externo del peligro. Pero no puede haber seguridad sin peligro, ni sosiego sin inquietud y por eso la pareja de Elegguá-Eshu es indisoluble a pesar de su oposición. Elegguá protege al hogar y cuando en él se presentan problemas es que ha entrado Eshu, el vagabundo. Para poner ofrenda a Elegguá o Addimú: Aguardiente, tabaco, maíz tostado, coco, pescado ahumado, bollitos, jutia ahumada, manteca de corojo, velas, dulces de todos los tipos, rayadura de coco acaramelado, etc. También hay un adimú principal que es utilizado para todos los orishas, consiste en partir en dos un coco y colocarle mucha miel de abeja como si fueran dos copas y se le presentan al orisha con una vela encendida. Otra ofrenda especial para elegguá es colocarle una cabeza de jutia o sacrificarle un ratón. En la Catolización Elegguá puede sincretizarse con el Niño de Atocha, San Antonio de Padua y el Anima Sola. La celebración de San Antonio con Elegguá parece estar relacionada con que generalmente aparece con un niño en los brazos.
Aunque se dice que tienen 21 caminos cada uno de ellos tienen divisiones, dando así un número mayor de ellos. Se dice que son 101, pero es posible que sean mucho más. Entre ellos podemos mencionar los siguientes:
Eshu Lodé: Considerado el Eshu de las calles, del exterior, de afuera, es brujo, se dedica a vagabundear por los caminos vestido con harapos y de vez en cuando anda por el monte cazando, pues esa era su profesión cuando vino al mundo. Recibe las ofrendas en los cruces de caminos y en los campos abiertos. Va siempre en una casita afuera de la casa de Osha o al borde de un camino, es compañero inseparable de Oggún y Oshosi. No acepta a las mujeres. Se le ponen pipas con tabaco, pero no se le pone alcohol porque cuando vivía en el mundo a causa del alcohol se olvidó de sus deberes y faltó a sus prohibiciones y perdió todo lo que tenía. Lleva siete bastones de madera.
Eshu Igidé: El que abre los caminos en los montes, realiza amarres, trabaja junto Ozaín de quien aprendió todo lo relacionado con las hierbas y sus cualidades. Lleva palos del monte.
Eshu Kaminalowá: Se encarga de abrir los caminos para las Almas de los que recién han muerto y además es quien calcula el tiempo de vida que le queda a una persona. Generalmente es mensajero de Bàbálú Ayé.
Eshu Akarajéu: Fue quien ayudó a Oyá a escapar de Shangó luego de una violenta discusión. Cuando Shangó le arrojó un rayo, Eshu lo atrapó y se lo lanzó de nuevo, Shangó abrió su boca sorprendido ante la respuesta y falta de respeto de Eshu tragándose el rayo, que le lastimó la garganta y el pecho. Akarajéu significa "el que recoge el rayo y se lo hace tragar".
Eshu Aselu: El que trabaja al servicio de orishas mayores, principalmente los funfun. Se le considera una especie de joven vigilante o guardián muy atento a las faltas que puedan cometer los hijos de la casa de Osha. Sus ofrendas se llevan generalmente a la orilla de un río o mar. Se le coloca miel, aceite de palma y corojo.
Eshu Ijelú: Es el encargado de los tambores, de la música en general. Con la música los seres humanos manifiestan sus sentimientos, la alegría, la tristeza, liberan las tensiones o las manifiestan e incluso con ella llegan al éxtasis para la comunicación con las deidades. Se presenta como un niño travieso que generalmente acepta ofrendas a la orilla del agua. Sus ofrendas llevan caramelos de miel y juguetes.
Eshu Alalúbanse: El dueño de todas las cosas que se estén ejecutando, lo que se vaya a realizar. Es el portero de las puertas que conducen a realizar algo, por esto se torna imprescindible darle una ofrenda antes que a nadie o nombrarlo pidiendo su permiso para lo que se esté por hacer.
Eshu Diki: El que ayuda a entrelazar amistades, une a las personas haciendo que la gente trate bien a los demás, agasajándoles con fiestas y banquetes. Es atraído por las reuniones sociales de todo tipo y en su lado negativo hace que dichas reuniones terminen en riñas desagradables y escándalos.
Eshu Dare: El que contribuye a través de su función como mensajero para que sea posible la obtención de las bendiciones enviadas por Oloddumáre.
Eshu Bara Dage: El que trabaja con todas las serpientes, usa el machete y la hoz y es compañero de Oggún en los campos y montes.
Eshu Bara Añiki: Bastante revoltoso, de apetito voraz y caprichoso. Se le pone otì en un pote de barro y representa lo que no se espera, las sorpresas. Es de piedra de arrecife. Este Elegguá es muy popular y conocido sobre todo por dos cosas: Es glotón y fiestero, muy rumbero. Le gusta el aguardiente y todo tipo de golosinas y comidas. Protege de traiciones, engaños y disimulos. Compañero de Oggún. Evita el ser engañado por apariencias, cegueras sentimentales o de cualquier tipo y también de cambios imprevistos. Nace en Oggunda Roso y es conocido como el Santo Niño de lo imponderable o inesperado. Le gusta mucho las fiestas y la comida. Aconseja en situaciones desesperadas y protege de los disgustos. lleva en la frente una flechita saliente y se carga con polvo de metal y arena de mar.
Eshu Bara Kinkeño: Es de caracol, tiene tendencia a trastornar las cosas y confundir a la gente, vive en los montes, entre los matorrales.
Eshu Bara Gbó: Es un guardián que está a la expectativa de todo lo que se habla para transmitirlo a los Orishas y si fuera el caso al adivino que usa los cauries. Cuando no se le tiene bien atendido crea enredos y problemas entre las personas que frecuentan la casa de Osha.
Eshu Bara lóna: El dueño de los caminos. Se le encuentra generalmente apostado en los mismos modificando los distintos caminos que deberán tomar las personas según su comportamiento y los ebbos que hayan realizado.
Eshu Birí: El que nació para ver los problemas y encontrar las soluciones. Vive en los caminos y está siempre de viaje.
Eshu Abaile: Mensajero e intermediario, ayudante en la casa de osha. Su función es de interpretar los ebboses y los traslada a su destino.
Eshu Ashikuelu: Un pequeño y viejo hombre que vive en huecos y túneles debajo de la tierra, sobre todo en las encrucijadas o en los campos de cultivo.. El es el dueño de los minerales especialmente el oro. Es el genio de la tierra y jefe de los Égungun y se mantiene fuera de la casa. Se confecciona con un muñeco de madera con un solo cuerpo y dos cabezas. Amigo inseparable de Orisha Oko y de Orikoto ya que es un Elegguá de tierra y les ayuda en los sembradíos y la fertilidad. Hay quienes lo consideran como gnomo o duende y en México como cheneke, pero en ultimo caso sería el Rey de ellos. Sus ofrendas son siempre granos y frutos de la tierra, le gusta que lo lleven a pasear al campo o a los cultivos. Entre sus herramientas lleva todo lo de jardinería y de labranza. Le gusta comer palomas. es dueño de los tesoros enterrados, el oro y los minerales, asi como de las piedras preciosas. Es un Elegguá de mucho trabajo y le gusta siempre estar haciendo algo; Se le pide para que todo progrese y sea fértil, Asi como la fertilidad de hombres y mujeres. Este Elegguá es conocido como el Niño labrador y es protector de todos los que se dedican a todo tipo de cultivos. Se monta sobre un Otán de sembradío y lleva tierra de sembradío, además de los demás secretos. Se entierra 21 días en una parcela o sembradío y al salir esta listo para trabajar. Se hace una ceremonia especial para enterrarlo y para sacarlo.
Eshu Afra: De la tierra de Arara. El es el Elegguá de Bàbálú Aye, no le gusta el aguardiente y el vino de palma, si no que toma vino tinto. Su collar alterna con cuentas negras y blancas, se le ve silbando por las esquinas y calles solitarias. Es un Elegguá que regularmente vive en los hospitales. Compañero inseparable de Asojano, va con Él ayudando en las enfermedades, sobre todo del tipo contagioso, Es por esto que se le conoce como el Niño de las enfermedades contagiosas infantiles, como son la viruela, el sarampión, etc. Este Elegguá se asienta en una piedra porosa o pómez y lleva, además de su carga original, un secreto que lo hace más fuerte para ayudar. Entre sus herramientas se encuentra un bordón o bastón de caminante, un mortero donde confecciona la medicina. A este Elegguá no se le debe ver de frente, es por eso que lleva tapada la cara con rafia. Cuenta la historia que fue Él, quien ayudó a Asojano cuando tenía la enfermedad, gracias a Él consiguió de Oggún los perros que lo acompañan, de Ozain, las muletas y de Shangó el perdón de Olofi. Este Elegguá se recibe con Babalú Aye.
Eshu Afrodi o Eshu Agroi: De la tierra de Arara y es el ayudante de Ifá.
Eshu Abanunkue: De la tierra de Arara. Es el Elegguá guardián de la casa. Vive dentro de una cazuela de Barro.
Eshu Abalonke: Adulto y muy fuerte. Castiga con fuego. También llamado el eshu de la muerte, guía de las almas de los difuntos.
Eshu Aberu: Receptor de sacrificios.
Eshu Aganika: Muy malévolo y peligroso.
Eshu Ago Meyo: De la tierra de Oyó.
Eshu Agongo Olo Onya: Vive en los lados del camino.
Eshu Agongo Ogo: Elegguá que sirve para atacar y defender de los enemigos.
Eshu Alaguana: Es un Elegguá que está en todas partes, pero vive de preferencia en la sabana o en el monte. Tiene un gran comercio con los ikús. Es el más pequeño de los Elegguás. En la manigua vive entre los matorrales o matojos, anda mucho con Oggún. Es el dueño de las cadenas, todo tipo de cadenas, del garabato de guayaba, del Arikú Bambaya y de un muñeco de cedro que se le prepara y come con él. Es muy brujo; Libera de la carcel y se le llama y arrea con el garabato de guayaba. Lleva un Ozain que va dentro de un tarro o cuerno de toro y que vive dentro de una sopera. Cuando trabaja, se le pone en el suelo sobre el caparacho de la jicotea. Entre sus herramientas lleva: Unas cadenas, Un garabato de guayaba, Un Arikú Bambaya. Su muñeco de cedro y su caparacho de jicotea.
Eshu Añaqui: Es la madre de todos los Elegguá, es aguerrida y cuando se enoja es tan violenta como la tempestad, cura con los egües, lo conoce todo y se traslada en un remolino. Vive en el bosque, es símbolo de victoria y firmeza.
Eshu Ananaki: Este eshu es el denominado anima sola es el de la soledad, la tristeza, la depresión, el que domina en los desiertos y lugares solitarios.
Eshu Aroni: Es curandero, mago y muy violento; vive en los bosques y conoce todos los secretos de Ozaín.
Eshu Beleke: Es un niño travieso, muy habilidoso y excelente guardián. Gran conocedor de los secretos de las hierbas y remedios para curar, es embustero y se mete en todo. Vive en la basura.
Eshu Batiye: No cree en obstáculos, los vence y acaba con todo tipo de daño.
Eshu Bi: Es un niño pendenciero y malvado. Le gustan las maldades y provoca todo tipo de accidentes, sobre todo en las esquinas. Es el jefe de los Jimaguas e inmejorable cuando se trata de protejer a sus hijos. Vive dentro de los matorrales y es hermano de Acongoriye, quien es una piedra del monte.
Eshu Chiguide: Es vengativo y celoso.
Eshu Echeniké: Es amigo de Ozaín, fuma en cachimba rellena con egües aromáticas.
Eshu Ekileyo: Es sabio, adivino y protector de las personas que buscan conocimientos; procede del reino de Oyó.
Eshu Griyelú: Es guía de Olófi, come palomas, lleva güiro y palo de aroma.
Eshu Ekuboro: Es vida y muerte.
Eshu Laboni: Es mensajero de Oshún, está siempre atento, escuchándolo todo y es muy hablador.
Eshu Laroye: Es amante del baile y el dinero; es burlón, malicioso y malcriado. Vive en la puerta a la entrada de las casas, todo lo sabe y advierte del peligro y las enfermedades. Se dice que es este el que mas habla. Es el maestro, el instructor, el que dirige y encabeza. Es pequeño y guerrero, le gusta mucho andar con Oggún y Ochosi. Es el protector de la casa y aconseja en cuestiones de negocios. Se le encuentra en los ríos y es muy protector de Oshún. Le gustan los dulces y los juguetes, el tabaco y el aguardiente; Se le agrada con pelotitas de maíz con guayaba y miel. En un pataki se le considera Hijo de Oyá, quien lo abandonó, de ahí el nombre de Laroye; Aunque algunos dicen que significa el hablador. En el camino como Hijo de Oyá se refugiaba en las puertas de las casas, hasta que vivió a la orilla del río con Oshún. Se le conoce como el guardián de los niños, más aun de los mendigos o niños de la calle, huerfanitos o desamparados. Es por naturaleza muy glotón, pero muy sabio, lo ve todo y lo sabe todo por eso avisa de los peligros. Entre sus herramientas lleva un güirito con agua, un bastón confeccionado con madera de guayaba, una cazuelita con dinero y dulces y tres machetitos con los que defiende la puerta de la casa en donde vive. A sus hijos se les recomienda siempre dar limosna y comida a los niños desamparados. Se le conoce como el Niño Limosnerito.
Eshu Layé: Se representa por un caracol de mar, es justiciero, poco hablador y piensa muy bien todo lo que hace.
Eshu Okaddá: Vive en los basureros, lugar dónde son llevados muchos ebboses, éste se alimenta de las sobras.
Eshu Sokere: Es el que habla sobre la estera.
Eshu Ayé: Trabaja con Olokun.
Eshu Elufe y Eshu Anagui: Son de los elegguases más viejos que existen.
Eshu Manzaquillo: Es un elegguá hecho de masa de cemento. Este Elegguá vino al mundo con el Oddu Oggunda Luni. Este Elegguá es el Santo Niño de la resolución, es el Niño Sagrado que nos ayuda a tomar resoluciones difíciles sobre problemas fuertes de difícil solución. Un Elegguá muy sabio y trabajador, le gusta mucho andar con Oggun por que a pesar de lo que pensemos de Él, es Oggún quien toma las decisiones sobre los derroteros de nuestras vidas para cambiarlas aun destruyendo para volver a construir. Con Obbatalá, por que es Él quien sabe lo que es mejor para nosotros aunque no lo veamos así y con Orunmila ya que es Él el divino Señor del futuro y consejero universal. Para recibirlo es necesario primero tener abstinencia sexual por 3 días, se recibe de blanco en medio de una ceremonia especial que se hace en el monte en donde come con Oggun y Obbatalá. su carga, entre otras cosas, lleva seso vegetal, el hueso de la parte de enfrente de la cabeza, carapacho de jicotea y algunas otras cosas mas. Su collar va con cuentas jabón blancas, azules y rojas con glorias verdes.
Eshu Bode: Es guardiero y también acompaña a Eggun. Se fabrica sobre un espejo envuelto en tela blanca y negra pulido con cemento, también lleva tres cuchillas y caracoles.
Eshu Idena: En su carga lleva marfil, coral, azabache, dieciséis piedras pequeñas marinas de color negro y dieciséis blancas, cabeza de pájaro carpintero, de gallo y de jicotea, 48 caracoles, oro, plata, dieciséis ewes de eshu, y su secreto.
Eshu Elegbara: Es el controlador de los sacrificios (ebboses), es decir, es el encargado de llevar el mensaje cuando una persona hace ebbó para que resuelva el problema por el cual sacrificó. Este eshu asociado con el orisha ogun es el eshu de la guerra, la paz, la protección comunal.
Eshu Odara: Considerado como el eshu por excelencia, muy ligado por cierto a orunmila, este eshu es el eshu de las transformaciones:, lo mismo de bueno en malo, que de malo en bueno. Es el primer eshu que recibe todo consagrado en orisha o ifa, pues se necesita una transformación para cambiar el destino-comportamiento de los iniciados.
Eshu Agogo: Es el que preside el cambio de las horas del día y de la noche. Se le sacrifica un gio gio a las siete de la mañana, un gallo al medio día, una paloma a la siete de la tarde, y un pollito pequeño a las doce de la noche.
Eshu Awala Boma: Se dice que bajo como un lucero a la Ceiba. Juega con los odus de itá en el nacimiento de cada persona en la religión.
Eshu Oro: Es el divino mensajero de la palabra, la comunicación verbal, es la palabra que salva y la palabra que perjudica. La palabra es la traducción del pensamiento humano, es la comunicación entre todos los hombres e incluso bajo ciertos estados de vibración , su resonancia logra comunicarnos con los orishas, egun y olodumare.
Eshu Opin: Es el eshu que establece los limites de espacios, que van desde los limites de una simple estera o cuarto, hasta un limite territorial o frontera. También se ocupa de los espacios de los llamados IGBO o forestas consagrados a los diferentes orishas. De mas estaría decir los conflictos que en los llamados limitense crean.
Eshu Alaketu: Este eshu esta firmemente asociado al orisha Oshún. Es el encargado de la sensualidad y la sexualidad, del amor y también de la degeneración física y moral que estos sentimientos originan.
Eshu Isheri: Muy ligado por supuesto al orisha osanyin, este eshu es el encargado de dar el ashe o el poder benéfico o maléfico de las plantas. Este poder esta estrechamente vinculado al rocío del amanecer, por lo que es en las horas matutinas donde se hace mas conveniente recolectar los llamados ewe para sus diferentes usos.
Eshu Gogó: Es el eshu de la justicia, del pago y el cobro. Del pago y el cobro de las deudas contraídas entre los humanos y con los orishas. Quien paga se salva y quien no lo hace recibirá el castigo de los adeudados o no recibirá la ayuda de las divinidades invocadas.
Eshu Wara: Es el eshu encargado de las relaciones personales, estructura la familia y la comunidad en general. Es muy asociado con la CONFUSIÓN.
Eshu Aiyede: Es el eshu de las sagradas escrituras, el eshu de la comunicación entre orun y aiye, comunica a los hombres con todas las dimensiones existentes dándoles las ideas buenas y malas, es quien lleva nuestras oraciones, da la luz a las visiones proféticas.
Eshu Jekí Ebó Dá: Es el eshu que rige los sacrificios, así como dirige las secuencias y las manifestaciones de la llamada cadena o circulo de la vida, que establece que para que unos vivan otros tienen que morir.
Eshu Agongon Goja: Este eshu se encarga de los utensilios, ropas y otros enseres de necesidad humana. Establece las relaciones de intercambio y comercio. Es el eshu de la vanidad y la ambición desmedida.
Eshu Elekun: Es el eshu de los cazadores, es quien persigue, prende, encarcela o libera. Esta relacionado con las actividades de caza y de crías domesticas.
Eshu Arawoje: Es el eshu de los medios de comunicación y transporte.
Eshu Lalu: Es el divino mensajero de la danza y los movimientos tanto corporales como del movimiento de los órganos vitales. Es la secuencia y el ritmo.
Eshu Pakuta Si Ewa: Este es el encargado de destruir la belleza, de llevar todo del nacimiento a la vejez, es quien le da interés a su vez a las cosas y misterios de la antigüedad. Este eshu es quien establece las medidas de tiempo: principio y fin.
Eshu Kewe Le Dunje: Este eshu rige los comportamientos mentales humanos; alegría y compasión, tristeza y violencia. Es precisamente este eshu el que se invoca y se le pone cosas dulces para alegrar nuestra existencia.
Eshu Emalona: Este eshu es el denominado el quinto camino, es el quien establece los movimientos entre las diferentes dimensiones u orun. Es el portero entre el mundo visible y el invisible.
Eshu Okoburo: Establece los movimiento sociales, el desarrollo que crea insensibilidad y el llamado atraso que crea unificación y hermandad. Es el encargado del avance tecnológico.
Eshu Akokoriye: Elegguá de Nación Mina, muy aficionado a jugar con trompos y pelotas, no le gusta el puro y prefiere cigarrillos. De genio inquieto siempre anda por todos lados y como niño también hace travesuras, pero es muy divertido. Se le conoce como el Santo Niño de la alegría, es el Elegguá de Shangó a quien siempre acompaña por todos lados. Le gusta mucho montar a caballo, le gusta estar siempre al frente de la casa o en un trono de hierba fina o grama de caballo. Se le agasaja con juguetes, como son los trompos, pelotas, soldaditos y canicas. Le gusta mucho comer pelotas de quimbombó con harina de maíz, todo tipo de dulce de frutas y el vino dulce. Protege contra la tristeza y la depresión; Le gusta la música y los juegos. Juega mucho con los Bellis y le gusta invitarlos cuando es su fiesta o cuando es la de ellos le gusta que lo lleven como invitado de honor.
Eshu Ala Lu Banche: El Santo Niño del Destino. Es el dueño y Señor de todo lo que se va a hacer, de las situaciones y de los pasos, ya sean de Dioses o de simples mortales, es el Eleggua de Oddua Aremu. Tiene el Ashe de Oloddumare para salvar o volver las cosas al revés, Es por eso que a Él se le agasaja en toda ceremonia. Es un Eleggua controversial ya que hay veces que no comprendemos sus decisiones. Ayuda a obtener lo mejor de nuestra vida y abre los caminos, pero los cierra si estos caminos nos pueden llevar por otros rumbos no deseados por nuestro Ipori. Analiza las situaciones en las que nos encontramos y nos indica el mejor camino a seguir. Es Él, el que da el primer paso con nosotros para ayudarnos en nuestro propósitos y el que da el último con nosotros para cerrar y bendecir nuestras obras. Le gusta que se le tome en cuenta y se le pida su sabio consejo. le gusta mucho la guayaba, la manzana y los dulces agridulces, le gusta la fruta con picante y el aguardiente de caña, fuma puro pero también acepta cigarrillos. Siempre debe estar presente si se va a hacer ebbo o cualquier otro trabajo. Sus hijos casi siempre triunfan por sus sabios consejos y ayuda, pero ayuda a todo Iworo y Babalawo en su labor Santoral.
Eshu Anaki Olokun: Este Elegguá es conocido como el Santo Niño de la profundidad o de los sentimientos profundos e incomprendidos. Este Elegguá es el primero de sus tres caminos como Anaki. Es dueño de la sabiduría, posee el poder de la renovación de la vida. Es mensajero directo de Olokun y tiene una festividad que ya casi nadie conoce en donde se le toca con un tambor especial llamado Anaki Ilu, que se recibe con ceremonia especial y en 21 días. Este Elegguá se monta sobre un arrecife de coral, lleva dos caras y va adornado con 101 cauris, come paloma al nacer en una ceremonia especial en la que la persona que lo recibe debe primero haber recibido Olokun, Sommugaga y Akaró. Lleva, en lugar de flecha en la corona, un arrecife de coral rojo en forma de punta, se carga con un otan que se haya sacado de lo más profundo posible del mar, arena de la profundidad y semilla de omo oloyu. Este Elegguá no se puede ver de frente por lo que se entrega con una mascara confeccionada especialmente para él. Su collar va con corales y arrecifes de glorias y cuentas de color rojo, azul agua y blanco jabón. Es un Elegguá que trabaja mucho y solo y no se necesita pedirle ya que él sabe lo que se necesita y cuando se necesita cuando esta bien hecho. Este Elegguá es preferiblemente que se reciba de un hijo de Yemayá o de Shangó.
Eshu Arere Obí Oké: Elegguá Arere Obí Oké es el Santo Niño que sostiene al mundo en su mano. Es Hijo directo de Olofi, Dios Todopoderoso y mensajero directo de Oloddumare. Es guía y adivino, su sabiduría es inmensa, es el gran maestro. Vive en la montaña sagrada y de ahi baja cuando es necesario para ayudar a la humanidad. Su representación son los rayos del sol en la mañana bajando por la montaña. Le gusta mucho el chekete con miel, come jios y eko. Cuando se recibe, se recibe al amanecer, vestido de blanco, con música para niños y con un desayuno ritual. En su carga lleva tierra del pico de la montaña, un otan que ahí mismo se recoge y se monta sobre ella en forma de montaña. Se adorna con caracoles y cuentas en su cabeza. Lleva cuatro caras, representando los cuatro puntos cardinales. Su collar va de cuentas blancas transparentes y glorias roja, negra, roja. Se recibe después de recibir Aggayú Shola y aunque no es su Elegguá siempre van juntos por la mañana. Los Oluwos y Babalawos lo tinen junto a Olorun si es que ya lo recibieron o junto a Olofi. Gran defensa y fuente de sabiduría siguen a los que reciben este Elegguá.
Eshu Awere: Este Elegguá está consagrado a Obbatalá, es conocido como el Santo Niño Mueve Corazones, pues mueve el corazón del mundo hacia la piedad y la paz. Tiene su casa en las lomas y laderas de la montaña. Aquellos que se pierden les ayuda a encontrar su camino. Aleja la desesperación, el desánimo, la depresión, la ira, el enojo, ayuda a reconciliar enemigos, vuelve el desamor en amor duradero. Entre sus herramientas se encuentran los corazones de plata y su carga lleva aparte de lo conocido algodón, hoja de caimito y cundiamor. No le gustan los pleitos y las riñas, es por eso que se recomienda que en la casa no haya gritos y enojos delante de Él, aunque se puede apelar a Él para apaciguar. Este Elegguá lleva dos collares, el primero se confecciona todo blanco con glorias rojas y negras y es un collar de bandera, es decir se usa de lado y el otro es un collar confeccionado todo blanco con glorias en forma de corazón plateadas; Como siempre indico, estos collares se usan en mi casa de Santo, en otras casas puede variar.
Eshu Iná: Este Elegguá es un compañero inseparable de Shangó, pues trabaja con candela siempre. No existe sincretismo en la iconografía católica, ya que este Niño representa el fuego Sagrado, que todo lo purifica; El fuego como energía que nos da movimiento; El fuego que llevamos todos dentro y enardece nuestros sentimientos; El fuego de la pasión, del seguir una meta, un sueño, un ideal; El fuego maternal por los hijos; El fuego de la trasformación; Es el fuego necesario después de la siega, que calienta la tierra y la prepara para el siguiente ciclo de siembra; El fuego que tomado de Olorun nos ilumina los pensamientos y nos indica el camino y aunque también tiene su parte negativa, que es la que combate, es en si el lado positivo del fuego. Las ofrendas para este Elegguá siempre se hacen junto a una pequeña pira de fuego y come también con Shangó y Oroiña. Le gusta mucho los dulces picosos y agridulces, todos los juguetes de colores firmes y fuertes, come también Olelé, Jutía asada y le encanta mucho los kiwi. Se encuentra por lo general en los bosques y sabanas y cuando se recibe se le pone siempre una vela que debe estar encendida siempre. Su consagración es muy importante, ya que solo los Oñi Shangó son los indicados para darlo, se recibe cuando el sol esta por salir en el bosque. Sus colores son el rojo, el naranja y el negro y se alternan en sus cuentas de su collar de seis en seis con gloria marrón de madera. Las invocaciones se le hacen con una mecha encendida, vela o pequeña pira. Entre sus herramientas lleva 6 macitos de leña atados. Un Elegguá muy trabajador y cumplidor. Entre sus secretos esta el ser montado en una piedra de rayo, pedernal y piedra caliza. Lleva en su frente una piedrita rojo. Se entierra cerca de un fogón u horno 21 días después de cargado y se lava con agua de coco y quimbombó antes de la ceremonia de lavatorio y de que coma. Se recibe a oscuras con mechones encendidos y se le da entrada a la casa con dos akuko uno negro y uno blanco. Aunque todos lo pueden recibir es preferible que lo reciban los hijos de Babá Eji Ogbe o cuando salen los Oddu Iwori, Obbara Ika o Irosun y que sea entregado por un hijo de Shangó.
Eshu Obasin: Este Elegguá fue compañero de Oddúa en la fundación del Reino de Ilé Ife. gran conocedor de todas las tácticas de gobierno y de como ser buen líder. Es también compañero de Orunmila en la fundación de los plantes de Igbodú en donde la casa queda consagrada para que pueda trabajar el Olúo o Babalawo, lleva sus ceremonias de fundación pero debe estar presente este Elegguá. Junto con sus demás herramientas, este Elegguá va sentado en su cazuelita de barro sobre libros de la ley. Al nacer es necesario que este presente un hijo de Shangó ya que Shangó es Rey de Reyes, o aun mejor si el Oriate que lo entrega es hijo de Shangó. Se entrega y se recibe arriba de una loma y justo al medio día. En algunas casas le ponen también una estatuilla de representación de la ley. Elegguá de mucha ayuda para las Casas de Santo y de Ifá ya que se encarga de llevar todo en orden y de aumentar la Casa. Le gusta mucho comer solo, en un lugar aparte de los demás y su comida preferida son los camarones capeados y los plátanos fritos con azúcar o miel. su collar lleva 21 cuentas intercaladas rojo con blanco y una gloria negra.
Eshú Ni Bakuó: Este Elegguá vive en la base de la nuca y es muy importante ya que representa nuestra sombra y nuestra existencia en este mundo. No se recibe, ya que nace con cada uno de nosotros al momento del parto. Come pollones en la sobra de la persona y también cuando se hace rogación de cabeza se le pone un poquito de lo que se le da en la nuca. representa el sexto sentido de las personas y es fiel guardián cuando se esta bien con Él. Podríamos decir que es el Eshu personal de cada uno mandado por Olofi para cuidar de que cumplamos nuestro plan de vida presentado antes del nacimiento a Él y este Eshu debe ver que se cumpla correctamente. En el caso de los Babalochas e Iyalochas no es muy requerido raparse, pero en los Oluos y Babalaos si, ya que esto permite a este Eshu estar mas atento a lo que se hace y además se le libra del pelo que podría estorbar para ver bien las cosas. Este Eshu junto con Leri son las partes primordiales para que una persona viva en este mundo, son las bases de su manifestación en esta dimensión y son los Orishas que nacen y mueren con la persona. No tiene collar ya que su collar natural es el cuello de la persona. La comparación que algunas personas hacen en el sincretismo católico es que es el ángel de la guardia que todos personalmente tenemos. Se recomienda siempre los lunes, refrescarlo con agua de coco, ya que como es sabido el agua fresca y mas de coco nos ayuda para tener siempre alerta nuestra cabeza libre de influencias.
Aunados a éstos, también son conocidos o llamados los siguientes:
Eshu Bara Lasuajó, Eshu Bara Lasikú, Eshu Bara Iye, Eshu Àgbalonké, Eshu Yangi, Eshu Borokú, Eshu Araidi, Eshu Gberú, Eshu Lolu, Eshu Tolabí, Eshu Janadá, Eshu Wé, Eshu Oni Oshosi, Eshu Biribí, Eshu Birin, Eshu Girijelú, Eshu Elufé, Eshu Ná, Eshu Kolofó, Eshu Marimaiyé, Eshu Obbasin, Eshu Alakétu, Eshu Onini Buruku, Eshu Osiká,
Eshu Arere, Eshu De, Eshu Bikuyin, Eshu Velón, Eshu Alagbóna, Eshu Okán, Eshu Agatigaga, Eshu Agbanile, Eshu Edugbele, Eshu Ofún Mejijí, entre otros.
Oggún, es el dios del hierro, la guerra y las faenas. El es el dueño de toda la tecnología, y como esta tecnología forma parte de su naturaleza, es casi siempre utilizada primero en guerras. Así como Elegguá abre los caminos, es Oggún el que limpia los caminos con su machete. A Oggún se le reconoce en el numero 7, y sus colores son verde y negro. Simboliza los comienzos, el principio, la mañana, la primavera, los animales carnívoros, los jefes, el mando, la fuerza, la violencia, el impulso, la autoridad, la virilidad, la juventud, las armas, los accidentes en la cabeza, el peligro por hierro, el fuego y las armas. A este santo se le atribuyen todos los hierros, machetes, palas, picos, martillos, mandarrias, yunques, guatacas, rastrillos, barretas, hoces, guadañas, serruchos, clavos, cuchillos, lanzas, pistolas, ametralladoras, bombas, aviones artillados, cañones y otros objetos de metal. El collar de este santo es de cuentas verdes y negras. La ropa de este santo lleva un hombro de piel de tigre adornada con muchos caracoles. Su ropa es de color morado, su gorro aplastado y lleva en el cinto un largo festón de fibras de palma. Los animales que el santo come son: chivos, gallos, palomas, guineas, jutías, cerdos, carneros, gallos rojos, perros y a veces toros. Se le atribuyen el perro negro y el majá.
Las comidas de este santo son el ñame asado, nueces de kola, judías blancas. Su bebida favorita es el aguardiente de caña. En el baile realiza dos mímicas: la belicosa, blandiendo un machete, y la laboriosa, que puede ser de carácter agrícola, cortando las yerbas con el machete o lo realiza al estilo del guerrero golpeando con el martillo. En el baile belicoso Oggún baila agachado, avanzando en un pie mientras arrastra el otro, como librándose de un machetazo involuntario. En el segundo caso mima la gesticulación del herrero blandiendo el martillo y golpeando sobre el yunque.
Las aflicciones de las que protege son:
• La calentura
• Todo tipo de operaciones
• Los daños producidos por metales ferrosos y accidentes sangrientos
Oggún se divide también en innumerables caminos o pasajes, que lo ligan a distintas situaciones, virtudes o cualidades, en relación con los caminos, guerras, metales y armas.
Oggún Onira: Se asocia con el barro, la lluvia y las aguas del río. Se le considera bajo este nombre rey de la ciudad de Ira, la que gobernaba junto con Oyá Nira.
Oggún Oniré: Pasaje del guerrero en el cual obtuvo su reinado sobre la ciudad de Ire, de allí viene este título "oniré". Conquistador, general de los ejércitos y guerrero.
Oggún Onilé: Al guerrero se le llama "onilé" cuando anda por el monte, cazando y explorando nuevos territorios. El título hace referencia a la potestad de ser el primer habitante que establece en la nueva tierra y también como el primer labrador de la misma.
Oggún Jóbi: El guerrero violento que derrama los males en los territorios enemigos, destruyéndolos. Generalmente anda en el monte, oculto, esperando para atacar.
Oggún Méje: El guerrero que se transformó en siete, se le coloca todo en número de 7. Es enemigo acérrimo de Shangó.
Oggún Adaíba: El guerrero al cual le rendimos culto a través de su machete. Su asentamiento consta de un machete de hierro o acero en el cual van incrustadas sus demás armas y herramientas, todas en miniatura.
Oggún Adeolá: El guerrero que se transformó en Rey y porta la corona con honor, gobernando sabiamente para el beneficio de su pueblo.
Oggún Alagbede: Camino donde Oggún no es guerrero o soldado, sino que aquí es herrero, constructor de armas. Su asentamiento va en un Yunque de acero o hierro, al cual se le incrustan las demás armas en miniatura, principalmente las que sirven para la herrería.
Oggún Já: Violento y feroz guerrero, que come perros y habiendo agua en la casa prefiere bañarse con sangre. Genera las discusiones y la violencia si no fuera bien atendido.
Oggún Olokó: Aquí se trata de un camino en el cual Oggún es labrador, dueño del campo y los cultivos. Se le pide para que traiga buenas cosechas.
Oggún Aroye: Otro camino violento, que se destaca por el ataque impulsivo, irracional, lleno de odio. Este peligroso guerrero se coloca siempre fuera de la casa de osha, en el patio, dentro de una casita junto con Eshu, su hermano y compañero de salidas. De no ser bien atendidos generan discusiones y enredos en los moradores del lugar.
Aunados a éstos, también son conocidos o llamados los siguientes:
Oggún Akoró, Oggún Talajó, Oggún Olobe, Oggún kasajó, Oggún Olobeté, Oggún Aláda, Oggún Oké, Oggún Soroké, Oggún Abagága, Oggún Bi, Oggún Deyi, Ogún De, Oggún Pátakori, Oggún Warí, Oggún Òndó, Oggún Igiri, Oggún Abesan, Oggún Orioko, Oggún Alará, Oggún Ìkolá, Oggún Akirun, Oggún Makinde, Oggún Molé, Oggún Elémona, Oggún Gbenagbena, Oggún Olópa, entre otros.
Oshosi, es el tercer miembro del grupo de orishas conocido como Guerreros, y es recibido junto con Elegguá, Oggún y Osun para proteger al iniciado en Guerreros, y así abrir y limpiar sus caminos. Oshosi es el cazador bàtálá, cony explorador de los orishas, y asume el papel de traductor para O el cual tiene una relación muy estrecha. Sus colores son azul y amarillo. Simboliza la amistad, la sed espiritual, las fraternidades, el amor universal, el esfuerzo colectivo, los sindicatos, las revoluciones, el altruismo, el humanitarismo, el progreso, la tecnología, lo novedoso, los inventos, lo inconvencional, la libertad, las sociedades de cooperación y mutua ayuda, la democracia, la solidaridad, la unión de los pueblos. Ochosi es un Orisha mayor. Hijo de Yemayá. Patrón de los que tienen problemas con la justicia, mago, adivino, guerrero, cazador y pescador. El receptáculo es una freidora de barro junto con Oggún (para los aleyos). Cuando es de fundamento va solo con todos los atributos. Siempre va acompañado de los receptáculos de Elegguá y Oggún. Los atributos son todos los instrumentos relativos a la caza y la pesca, tarros de venado y trofeos de cacería. Las herramientas son tres flechas (como las que utilizaban los guerreros), tres perros, un espejito, un pedazo de tarro de venado, un anzuelo, un arco y una flecha.
Los collares no iniciados se les da una cadenilla (dos hilos de cuentas azul prusia y, de tramo en tramo, una ámbar, los rematan cuatro caracoles separados de dos en dos por ámbar. Los animales son el chivo y venado, gallo, pollo, paloma, jutía, codorniz, todo pájaro cazado. Los bailes de esta Orisha cuando se sube da los gritos típicos de levantar la caza y su mímica es cinética. Viste como Elegguá y Oggún, pues es santo guerrero. El vestido es de color lila o morado y su gorro es de piel de tigre, así como su bolsa. Usa el arco y la flecha para representar la cacería en su danza. En el saludo se levanta la pierna izquierda y se imita con las manos la acción de disparar una flecha.
Entre los caminos de Oshosi podemos encontrar:
Oshosi Móta: El que defiende el terreno cazando los enemigos tanto materiales como espirituales.
Oshosi KayOshosi: Atrae la alegría del pueblo, pues vence las dificultades con su vigilancia, ningún ladrón está a salvo de este guardián. Aplaca las discusiones y las revueltas.
Oshosi Alé: Este se dedica a proteger el territorio "cazando" durante la noche, cuando acechan las brujas, los Eguns y la gente malintencionada.
Oshosi Marundé: Aparte de cazador gran guerrero. Se le considera también gran conocedor de las hierbas, con las cuales aleja las dolencias y la enfermedad.
Oshosi Ibualámo: Vive en los lugares profundos del río, donde pesca y caza. Usa arco, flecha y un rebenque
Oshosi Onilé: Ostenta en este camino cierta supremacía, siendo considerado dueño del terreno y la casa en donde se establecen los demás. Recuerda al primer cazador que fundó la ciudad y ahora vuelve trayendo sus bendiciones.
Oshosi Otín: Este orisha se considera femenino, y tiene una contrapartida masculina en los demás caminos de Oshosi, poseyendo las mismas virtudes y cualidades pero en versión femenina. Otín es una cazadora y siempre acompaña a Oshosi, su hermano gemelo y marido (según la tradición los gemelos deben casarse entre ellos o con otros gemelos).
Entre otros podemos nombrar:
Oshosi Burú, Oshosi Belujá, Oshosi Bomi, Oshosi Onilé, Oshosi Kadina, Oshosi Biladé, Oshosi Molé, Oshosi Tundé, Oshosi Omialé, Oshosi Deyí, Oshosi De, Oshosi Tofáº, Oshosi Elefaburú, entre otros.
Obàtálá, es el padre bondadoso de todos los orishas y de la humanidad. El es también el dueño de todas las cabezas y las bàtálá fue el creador delmentes.
Aunque fue Olorun el que creo el universo, O bàtálá es la fuente de todo lo que es puro, sabio,mundo y de la humanidad. O apacible y compasivo. No obstante, el tiene un aspecto guerrero a través del cual impone justicia en este mundo. Su color es blanco, al cual a veces se le da realce con rojo, morado u otros colores para diferenciar sus diferentes bàtálá, pues además decaminos. Blanco es el color mas apropiado para O bàtálácontener todos los colores del arco iris, esta por encima de ellos. O es también el único Orisha que tiene caminos masculinos y femeninos. Orisha mayor. Creador de la tierra y escultor del ser humano. Es la deidad pura por excelencia, dueño de todo lo blanco, de la cabeza, de los pensamientos y de los sueños. Hijo de Olófi y Oloddumáre. Fue mandado a la tierra por Olófi para hacer el bien entre los hombres y para que gobernara como rey del planeta. Es misericordioso y amante de la paz y la armonía rige la buena conducta y es capaz de aplacar a su hijo Chango y a Oggún Arere. Todos lo buscan como buen abogado. no admite que nadie se desnude ante su presencia o se pronuncien frases duras e injuriosas. Sus hijos deben ser muy respetuosos. Tiene 24 avatares o caminos. No se deja ver por nadie y si alguien lo viera quedaría ciego por siempre, sus hijos son personas de férrea voluntad, dignas, tranquilas y dignas de confianza, jamás se lamentan de los resultados de sus propias decisiones, muy dados a las letras. Es además dueño de la plata y todos los metale Sus ropas y collar también lo son blancos Obàtálá se sincretiza con la Virgen de las Mercedes.
Cuando España se encontraba sometida al yugo arabe, grupos de cristianos se dedicaban a tratar de rescatar a los cautivos que languidecían en las prisiones sarracenas. Cuenta la leyenda que San Pedro Nolasco tuvo una aparición de la Virgen que lo instruyó a crear una Orden religiosa que tuviera como fin de redimir a los cautivos prisioneros. Tanto San Raymundo de Peñafort como Jaime 1 rey de de Aragón, tuvieron la misma inspiración. y puestos de acuerdos el 10 de agosto de 1218 fundaron la Orden de la Redención de los Cautivos, bajo la protección de la Virgen, a quien denominaron Santa Maria de las Mercedes. Su día se celebra el 24 de Septiembre. Simboliza la justicia, el equilibrio, la equidad, el principio, los acuerdos, las relaciones, la belleza, la cultura artística, el refinamiento, el otoño, la diplomacia y los contratos.
Es el Oricha mayor, creador de la tierra y escultor del ser humano. Es la deidad pura por excelencia, dueña de todo lo blanco, de la cabeza, de los pensamientos y de los sueños. Hijo de Olófi y Oloddumáre. Fue mandado a la tierra por Olófi para hacer el bien y para que gobernara como rey del planeta. Es misericordioso y amante de la paz y la armonía. Rige la buena conducta y es capaz de aplacar a su hijo Changó y a Oggún Areré. Todos los orichas lo respetan y lo buscan como abogado. No admite que nadie se desnude en su presencia o se digan frases duras o injuriosas. Sus hijos deben ser muy respetuosos. Tiene veinticuatro caminos o avatares. El castillo que le pertenece tiene 16 ventanas. Sus sacerdotes se llaman Ochabi. El receptáculo es una sopera con cuatro otá (piedra) llamados oke (de la loma) con collares de cuentas blancas. Sus piedras no admiten el sol, el aire o el sereno.
Sus atributos son dueños de la plata y de los metales blancos. Tiene una corona con 16 plumas de loro (aunque usualmente se emplean cuatro). Lleva sol y luna, 6 manillas, que también pueden ser dos, cuatro, ocho y dieciséis. Tiene majá. Una mano de plata que empuña un cetro (poayé). Dos huevos de marfil. Ocho o 16 okotós (babosas). Manteca de cacao, cascarilla y algodón. Le pertenece la pandereta. Lleva bandera blanca. Dueño de Iroko (la Ceiba). Su vellón es su algodón y su rama deberá estar en la estera para el Kari Osha de su Iyawó. Tiene agogó de plata. Las herramientas son el Opá que es el bastón de mando, manilla, sol, luna, majá. Puayé u Opayé: Cetro, Iruke de color blanco.
El collar es blanco y se insertarán las cuentas del color típico, de acuerdo con cada camino, como por ejemplo, los collares de Ayáguna, Ochagriñán, Ochalufón, que ensartan cuentas rojas cada 24 cuentas blancas, y admiten caracoles. En el de Obba Moró, el coral o la cuenta roja se sustituye por una de color morado. En el collar de Ochanlá, las cuentas bàtálá, llevason de marfil o nácar y cada 16 cuentas. Como el de todos los O cuatro de color cacao. Solamente por la Aguema se combinan cuantas blancas con verdes. Siempre viste de blanco. En sus caminos guerreros lleva una banda roja cruzada al pecho. Como Obba Moró, a veces lo visten de morado, tal como se hace con Jesús Nazareno. En ocasiones se le bordan custodias del Santísimo Sacramento y cintas en número de ocho.
Las aflicciones contra las que protege son la ceguera, parálisis y demencia. Los animales son la chiva, paloma, guinea, gallina blanca. Las prohibiciones son las bebidas alcohólicas, cangrejo y judías. Las comidas son arroz blanco, torre de merengue, adornada de grageas plateadas, natilla de leche, cuatro litros de leche en taza sobre platos blancos, arroz con leche en polvo en 8 platos blancos, arroz con leche sin sal y manteca de cacao, calabazas blancas, champola y 16 anones, etcétera. Maíz, arroz, alpiste y otros granos. Babosas y caracoles. Bolas de malanga y ñame. Bolas de manteca de cacao y cascarilla. Y en general, cualquier comida blanca y sin sal. Flor de algodón, ñame y sapotes. En los bailes de este santo los participantes imitan los movimientos suaves de un anciano, de un jinete que blande una espada, o sacuden el rabo de caballo blanco (Iruke) para limpiar los caminos.
Entre los caminos de obàtálá, tenemos algunos como:
Obàtálá O Obokun: Que gobernó la nación Ijeshá. Trajo prosperidad y paz a su pueblo. Es maduro y sabio.
Obàtálá O Ogiyán: Que gobernó la ciudad de Ejigbó, donde recibió el título de Elejigbó. Su gusto por comer ñame socado en el mortero le valió el apodo "Ogiyán". Es joven y guerrero.
Obàtálá O Babá Igbo: Padre de los Igbo. Es un anciano sabio y complaciente. Se le considera el padre de Ogiyán.
Obàtálá O Babá Asó: El dueño de las telas y la vestimenta.
Obàtálá O Odomi: El que vive en las aguas claras del río.
Obàtálá O Dakun: El que trae la abundancia y la riqueza al pueblo.
Obàtálá O Babá Oké: El que vive en la cima de la montaña. Trae poder, paz y seguridad.
Obàtálá O Lero: El que sabio que tiene una solución para todo.
Obàtálá O Olúofin: El protector de los albinos y creador de la raza blanca.
Obàtálá O Obí Omí: La gran madre sabia que vive en las aguas y se viste con telas blancas.
Obàtálá O Obbalasé: El que llegó en el principio de la creación portando el Ase que hizo posible que las obras se ejecutaran.
Obàtálá O Rowu: El dueño del algodón y protector de la ciudad de Owu.
Obàtálá O Oromilaiyá: El guerrero funfun, valiente, cuya morada es en las aguas.
Obàtálá O Lorun: El gran padre que nos mira desde el cielo, amparándonos con su manto.
Obàtálá Ayáguna O: Uno de los más jóvenes, es guerrero, monta a caballo y usa espada, escudo y una franja roja en el torso.
Otros, no menos conocidos son:
Oshagriñan, Obba Moró, Oshalufón, Llecú ilécú, Elefuró, Llelú, Allalúa, Olollú Ocumí, Oggán, Orolú, Ague ilú.
Obàtálá, nos encontramos con los que tiene características Entre éstos O de mujer, como lo son:
Elefuró, Aggüema, Llembo, Iroco y Oshanlá.
Oyá, es la soberana de los vientos, el remolino y las puertas del cementerio. Su numero es el 9, el cual leda el titulo de Yansa o "Madre del Nueve", en el cual ella gobierna a Egun o los muertos. También es conocida por los colores marrones o castaños, diseños floridos y nueve colores diferentes. Ella es una guerrera feroz que cabalga a la guerra con Changó (comparte los relámpagos y el fuego con el) y fue en una ocasión la esposa de Oggún. Centella, viento y Tempestad son tres dominios de Oyá Yansa. Vive en la puerta del cementerio y tiene poder sobre los Egun o espíritu de los difuntos. Cuando está en calma es una mujer campesina, hacendosa, cariñosa, dulce y preocupada. Pero cuando está furiosa y desenfrenada es terrible, pues tiene los atributos de guerra de Oggún y Changó. Cuando esto sucede es falsa y mentirosa. Se llena de maldad y como el huracán y el tornado, se convierte en un torbellino de furia, más aún si lo que provoca su furia son los celos. Como los temporales y tempestades Oyá tiende a ser violenta e impetuosa. Es la Diosa del Níger. Las tallas en madera que la representan muestran una diosa de nueve cabezas, alusivas a las nueve desembocaduras del Níger. Es también dueña y diosa del cementerio y sus mercados. Oyá representa uno de los cinco elementos más importantes de la existencia del ser humano. La atmósfera, el aire que respiramos (Afefe). Es una de las primeras asistentes (Feisita) de Olófi. Cuando algo ocurre o cuando alguien nace o muere es la primera en enterarse, comunicándoselo de inmediato al Orisha por medio del Viento. Siendo así el viento (Alefí) su mensajero. Por esto a Oyá se le hacen rogativas por la salud de los enfermos. Así mismo por ser Oyá la muerte en persona, en las ceremonias de muerto se le solicita a una de sus hijas que baile el tambor.
Día: Viernes y Domingo
Padres: Yemayá Yembó
Saludo: sus hijos apoyán el cuerpo en el suelo de medio lado, alternando el codo y lado izquierdo y derecho y dicen: JEKUA JEI YANSÁ Oyá BI IKÚ (Oyá que parió, Oyá que castiga).
Sincretismo: Virgen de la Candelaria.
A Oyá se asocia en sus caminos con el viento, las almas, el agua y la guerra.
Oyá Dira: Violenta guerrera que incita a la envidia, los celos y las peleas. Es compañera de Eshu.
Oyá Tolá: La que tiene incumbencia en traer el honor y las riquezas. Se le colocan brazaletes de oro, alianzas, jOyás, etc.
Oyá Niké: La que trabaja en las lomas, montañas y pedreras. Tiene trato con los Eguns y domina los vientos desde la cima. Lleva irunké, abanico de cuero y guampa.
Oyá Funké: Tiene potestad sobre los vientos y las tempestades. Revoluciona los lugares por donde pasa y se le ofrenda en lugares elevados.
Oyá Igbalé: La que trabaja en los cementerios durante noche con los Eguns y también en el monte sagrado. Usa látigo, irunké, abanico.
Oyá Nira: La que fuera reina en la ciudad de Ira. Se la asocia a las crecidas de los ríos, el barro y las lluvias. Su esposo es Oggún Onirá y ambos son guerreros que pertenecen al linaje de los "Orishas de Agua".
Oyá Bomi: La que nació en las aguas, trabaja en los ríos y a la orilla de los mares.
Oyá Bumi: La que vive en los pozos profundos de los ríos y lagunas, es la que provoca los remolinos de viento sobre el agua.
Oyá De: Guerrera y cazadora, trabaja en los campos y montes cerca de los ríos.
Además de éstos caminos, podemos nombrar los siguientes:
Oyá Deyi, Oyá Dibeji, Oyá Doko, Oyá Oké, Oyá Baratená, Oyá Bioko, Oyá Tofá, Oyá Tigbowá, Oyá Bi, Oyá Dumi, Oyá Odó, Oyá Orirí, Oyá Tápa, Oyá Dompé, Oyá Asesún, Oyá Miwá, Oyá Daké, Oyá Egun Nitá, Oyá Abesan, Oyá Bolá, Oyá Lajá, entre otras.
Oshún, reina las aguas dulces del mundo, los arroyos, manantiales y ríos, personificando el amor y la fertilidad. Ella es también a quien nosotros acudimos en busca de ayuda en asuntos monetarios. Es la mas joven de los orishas femeninos, pero retiene el titulo de Iyalode o gran reina. Oshún cura con sus dulces aguas y con la miel, de la cual es también poseedora. Es la femme fatale de los orishas y una vez salvo al mundo seduciendo a Oggún para que saliese de los bosques, utilizando todas sus artes femeninas para ello. Y, en su camino o manifestación como Ibu Kole, salvo al mundo de la sequía volando hasta el cielo (en el proceso, se convirtió en un buitre). Ikole significa "Mensajera de la Casa" (de Oloddumáre). Por esta razón, todos los que son iniciados como sacerdotes, sin importar cual sea el Orisha que rija su cabeza, deben ir al rió y darle cuenta a Oshún de lo que van a hacer. Ella se reconoce a si misma en los colores amarillo y oro, y su numero es el cinco. Los pavos reales y los buitres son suyos, y frecuentemente los utilizamos para representarla. Simboliza la maternidad, los partos, el amor maternal, la familia, la patria, la casa, la cocina, las masas, las mujeres, los ríos, el sentimiento, la imaginación. Oshún es la bella entre las bellas, es la dueña del amor, de la feminidad y del río. Es el símbolo de la coquetería, la gracia y la sexualidad femeninas. Mujer de Chango e íntima amiga de Elegguá, que la protege. Siempre acompaña a Yemayá, vive en el río y asiste a las gestantes y parturientas. Se le representa como una mulata bella, simpática, buena bailadora, fiestera y eternamente alegre, con el persistente tintineo de sus campanillas. Es capaz de resolver tanto, como de provocar riñas entre orichas y los hombres.
Su color es el amarillo pero también se le atribuyen los coralinos y los verdes. Su día es el Sábado y sus números son 5, 10, 15 y 25. Es la más alegre, coqueta y disipada de todas, continuamente está en juerga, se pinta se mira en el espejo, se perfuma, es capaz de coquetear con todos.
Esta orisha tiene diferentes caminos, entre ellos:
Oshún Ololodi: Es obini (mujer) que se viste de hombre guerrero, sus enemigos no pueden vencerla nunca y cuando se incomoda con sus hijos es muy peligrosa. Se le pone cencerro y machete. Su corona llena de corales. Su collar lleva nácar, coral, 5 cuentas de marfil, agua y verde agua. Representa la lechuza. Va montando sobre tablero de Orula y a la vez sobre un tambor cónico.
Oshún Ibu Iñani: Vive sobre la arena. Es famosa en la disputa. Lleva un abanico de bronce con cascabeles.
Oshún Ibu Yumu: La que hace crecer el vientre sin estar preñada. Es la verdadera sorda. Es muy hermosa. Se le pone cencerro.
Oshún Ibu Oddonki: Representa el rio que se está espesando o creciendo lleno de fango, lleva un cesto y sable.
Oshún Ibu Oddoi: Representa el cauce seco, su corona lleva un girasol colgado.
Oshún Oggale: Representa el ama de llave, es vieja y peleona, su corona lleva una llave colgada.
Oshún Okuanda: Representa la que echaron muerta al río. La que liberó a Changó. La corona se remata con una cruz que cuelga.
Oshún Addesa: Representa corona segura, representa al pavo real.
Oshún Ayede: La que es como Reina. Su corona se forra con tela amarilla, con 15 plumas de loro y 15 de cardenal.
Okuose Oddo: La que brotó muerta del río. Vive en un pilón con 5 botellas de agua de rios distintos.
Oshún Bumi: La que va a buscar agua al rio. En su tinaja lleva un collar de ámbar y 5 caracoles.
Oshún Ede: Representa camarón, caminadora. Su corona lleva 101 piezas de bronce y 101 manillas.
Oshún Latu Elegba: Come sobre una calabaza y vive en el centro del rio. No lleva corona.
Oshún Eleke Oni: Oshún luchadora, usa un bastón ahorquillado. Vive al lado de la mata de paraíso, lleva un collar de semillas de paraíso. No lleva corona. Es muy fuerte y tiene cuatro collares.
Oshún Itu Mu: Se viste de macho, es amazona. Vive en las lagunas, siempre anda con lnle y Osajano.
Oshún Tinibu: Vive junto con Orún. Sale mucho de noche y le gusta pasear en bote.
Oshún Aja Jura: Es guerrera, no usa corona y se pone casco.
Oshún Aremu Condeamo: Se viste de blanco y es muy misteriosa, su collar de nácar y coral con tramos de cuentas de Orula.
Oshún Yeyé Moró: La más alegre, coqueta y disipada de todas. Continuamente está en juerga. Se pinta, se mira en el espejo, hasta con los muertos coquetea.
Oshún Kayode: Alegre, dispendiosa, servicial.
Oshún Miwá: Ligera de cascos.
Oshún Ibú Aña: La de los tambores. Aspectos serios de la diosa: teje mallas, jamos y cestos.
Oshún Yumí: Vieja y sorda, fabrica jarros de barro. Es la más rica de todas. No le gustan las fiestas. Muy severa. Tiene relaciones con Oggún.
Oshún Gumí: Está asociada a los muertos, sale del río y maneja la pica y el azadón en Izoku (cementerio). Se mece en una comadrita en el fondo del río.
Oshún Sekesé: Sumamente seria.
Oshún Akuaró: Vive entre el mar y el río, es la de aguas saladas y dulces. Es también buena bailadora y de carácter alegre, trabajadora, le gusta hacer el bien, atiende a los enfermos como Yemayá, se niega a hacer maleficios y amarra a los abikús. Solo amarres y hechizos de amor. La música la apasiona.
Oshún Fumike: Muy buena, bàtálá. Le concede hijos a las mujeres estériles. Quiererelacionada con O mucho a los niños.
Oshún Ololodi: Como Yumú, vive en el fondo del río, borda y teje sumida en el agua, con sus peces, una estrella y la media luna. Es una sirena. Muy sorda, cuando se le llama tarda en responder. Muy casera, señora de respeto. Solo se ocupa de asuntos serios. No baila.
Oshún Funké: Sabia, tiene grandes conocimientos y enseña.
Oshún Edé: Elegante, gran señora, le gusta la música, va a fiestas pero es juiciosa y mujer de su hogar
Oshún Kolé: Este camino, la risueña y seductora se arrastra en el fango del arroyo, es una hechicera empedernida, inseparable del Aura Tiñosa. Se halla en una miseria total, posee una sola túnico que era amarillo y de tanto lavarlo quedó blanco. Come lo que lleva el Aura, vuela con ella o en ella y todas sus obras son malas.
Oshún Awé: En este caso la Diosa del Amor, no se parece en nada a la mujer exuberante de vida y alegría, limpia y perfumada, es Oshún afligida junto al Ikú. Con la ropa sucia.
Ochun Yeye Karí: Coqueta y disipada, siempre va de fiesta en fiesta animándolas con su collar de plumas de pavo real.
Ochun Ibú Niwé: Vive sola cerca del río donde realiza todos sus trabajos de encantamientos. Es bruja y palera. Sus brujerías las hace ahuecando la calabaza y trabajando en ella con diferentes tipos de hierbas. Es dueña de los montes y pantanos en donde vive.
Oshun Ibú Iya Iodí: Guerrera, dueña de las monedas de oro.
El receptáculo es una sopera multicolor, con predominio del amarillo, llena de agua de río y con cinco otases. Los otases deben ser recogidos al amanecer, del fondo de un río y se guardan en tinajas de barro. Sus atributos son el abanico de sándalo o pluma de pavo real, pececillos, camarones, conchas, botecitos, espejos, joyas, corales marinos, sábanas, paños, bordados y todo objeto propio del tocador femenino, acheré, agogó, irukes y pañuelos. Sus herramientas son cinco manillas, cinco odané, una media luna, dos remos, una estrella, un sol y de una a cinco campanillas. En dependencia del camino, sus atributos pueden cambiar. Oshún Kolé lleva, además de todo lo anterior, cinco aguas, cinco carreteles de hilo, un machete, un mortero y una corona con veintiuna piezas.
Llevan cuentas amarillas o de ámbar. Oshún Olodí, Ibú y Oshún Gumíi llevan cuentas rojas, verde esmeralda o amarillo mate. Oshún Ikole las lleva ojo y ámbar. Las sartas que sólo llevan corales (iyón), pertenecen tanto a Oshún como a Yemayá. Se le saluda por Yalodde. La visten con una bata amarilla sujeta a la cintura por una faja que, sobre el vientre, lleva un peto en forma de rombo. Al borde del vestido tiene un festón de puntas con cascabelitos colgantes. Los animales son gallos, palomas, guineos, jicotea, patos, chivos castrados, venados (cuando era amante de Ochosi), gallinas, codornices (en el camino de Oshún Ibú Akuara), pavos reales, canarios y caimanes. Las comidas de Oshún son palanquetas de gofio con miel, melao y caramelos. Naranjas dulces de China, escarola, acelga, chayote, tamal, arroz amarillo y harina de maíz. Ekó, ekrú y olelé con azafrán. Alegrías de coco y todo tipo de dulces. Ochinchin, comida litúrgica que se le ofrenda en el río antes de la iniciación de un iyawó. Lisas, anguilas, mapos, dajaos, catibos, guajacones, biajacas, guabinas, camarones del río y langostinos. Todos estos peces y mariscos del río, ahumados, se le ponen como aché. La comida se sazona con almendros, berro, canistel, flor de agua, espinaca, perejil, boniato y calabaza.
Las flores son el girasol, guacamayos, botón de oro. Los perfumes el beriberi y el sándalo. Sus bailes son quizás, los más bellos y sensuales de todos. Al subirse, ríe como Yemayá y agita sus brazos para que suenen las manillas de oro. Sus manos bajan y corren a lo largo del cuerpo, como los manantiales y los arroyos descendientes de las colinas. A veces hace ademanes de remero y otras imita los movimientos de la que muele en el pilón. Generalmente danza con voluptuosidad y con las manos tendidas hacia delante, en imploración, y con sugestivas contorsiones pelvianas. Pide, exige oñi (miel), símbolo del dulzor, de la esencia amorosa de la vida. Las afecciones que protege son las de bajo vientre y partes genitales, la sangre, el hígado y todo tipo de hemorragias.
Yemayá, vive y reina en los mares y los lagos. Ella también domina la maternidad en nuestras vidas y es la Madre de Todos. Su nombre, una versión corta de Yeye Omo Eja significa "La Madre cuyos Hijos son los Peces", nombre que refleja el hecho de que sus hijos son innumerables. Toda vida comenzó en el mar, el liquido amniótico dentro del vientre de la madre es una representación del mar, donde el embrión se debe transformar y evolucionar en forma de pez antes de convertirse en un bebe humano. De esta forma Yemayá se revela a si misma como la verdadera madre de todos. Ella, y la raíz de todos los caminos o manifestaciones, Olókun, es la fuente de todas las riquezas, las cuales Yemayá liberalmente entrega a su pequeña hermana Oshún. Se viste con siete faldas o sayas azules y blancas y, como los mares y lagos profundos, ella es profunda y desconocida. En su camino como Okuti ella es la reina de las brujas, llevando dentro de ella secretos profundos y obscuros. Simboliza la perfección, la laboriosidad, las ocupaciones subalternas, el mar, sus misterios, las profundidades del océano, el servicio, la salud, la eficiencia, los animales domésticos. Es una Orisha mayor. Es la madre de la vida. Considerada como madre de todos los orishas. Es la dueña de las aguas y representa al mar, fuente fundamental de la vida. Por eso se dice que el santo nació del mar, el caracol fue el primero que habló y le dijo a las criaturas lo que tenía que hacer. Fue mujer de Bàbálú Ayé, de Aggayú, de Orula y de Oggún. Le gusta cazar, chapeare, manejar el machete. Es indomable y astuta. Su nombre no debe ser pronunciado por quien la tiene asentada, sin antes tocar la tierra con las yemas de los dedos y besar en ellos la huella del polvo.
Su número es el 7 y su día es el Sábado. Sus colores son el azul y el blanco.
Sus atributos y herramientas son:
El Sol (oru)
Luna llena (ochu)
Ancla (dakoduro)
Salvavidas (yika)
Bote (alami)
Siete aros (bopa)
Llave (chilehku)
Siete aros de plata
Estos objetos elaborados en plata, acero, lata o plomo. Iruke (rabo de caballo con mango) adornado con cuentas azules y blancas. Usa un manto de burato ricamente adornado. Agogó (campanilla), que se utiliza para saludar y para que preste atención cuando se habla con ella. Abanico con varillaje de nácar y oro, adornado con cuentas y caracoles. Los agbebe (abanicos redondos hechos de pencas de guano adornado con plumas de pavo real, caracoles y cascabeles). Todos estos atributos son adornados con patos, peces, redes, estrellas, caballitos de mar, conchas y, en miniatura, todo lo relativo al mar. Siempre llevan cuentas azules y blancas alternas. Los collares de esta oricha son de siete cuentas de cristal transparente, llamadas de agua y azules. En Yemayá Okuti son de agua ultramarina. En Yemayá Ayabá o Achabo, azul pálido y agua. Yemayá Asesú, azul oscuro y perlas opalinas o cuentas de jabón.
Usa una bata con serpentinas azules y blancas, símbolo del mar y la espuma, especie de ancho cinto de tela y un peto de forma romboidal sobre el ombligo. Las flores son de agua y violeta. El perfume es la verbena. Los animales son el carnero, gallo, paloma, guineo, jicotea, pato, gallina, loro, ganso, codorniz. Para Yemayá Asesú el cerdo con una ceremonia muy cuidadosa Yemayá Ocuté no come pato. Yemayá llama sus chicharrones a las cucarachas. Yemayá es amiga de la buena compañía y del lucimiento. Aunque es madre virtuosa y sabia, también es alegre y sandunguera. Cuando se sube, ríe a carcajadas y da vueltas como las olas y gira como los remolinos del océano. Unas veces bracea como nadando, otras representa una zambullida para sacar caracoles, algas y peces para sus hijos. En otras ocasiones parece remar hasta la hipotética orilla donde siempre la espera Oshún. Sus danzas comienzan con suaves ondulaciones, como las aguas que agita blandamente al soplo de la brisa, pero pronto se encaracola y va aumentando en intensidad, como un oleaje que se enfurece.
Aflicciones de las que protege: Las relativas al vientre de la persona a las que impliquen daño o muerte a través del agua, dulce o salada, lluvia o humedad.
Las comidas de Yemayá son el Ochinchin (guiso de camarones, alcaparras, huevos duros, acelga y tomate), ekó (tamal de maíz que se tiene todo el día en remojo, se muele en un pilón y se cocina batiéndolo en una cazuela sin grasa y sin sal, se le da forma de pirámide y se envuelve en hojas frescas de plátano, olelé (se ponen en remojo frijoles carita, se pasan por un guayo para quitarles la cáscara, se hacen una pasta y se le echa sal, se pican ajos y cebollas añadiendo pedacitos de jengibre a la masa, se pone en manteca caliente una bolsita de bija, y cuando hierve, se vierte sobre la masa de frijoles que antes se había batido bien, se preparan moldes de papel y se rellenan con esta pasta), quimbombó con bolas de plátano verde o ñame, frijoles negros cocinados sin caldo y sin maíz, palanquetas de gofio con melado, coco quemado, cuatro pescadores enteros en un plato blanco con rayas azules, melado, corojo y cascarilla, berro, lechuga, escarola, acelga y chayote. Cuando está enojado se le pone berro, lechuga, chayote y verdolaga, también para refrescar su otá. Su fruta predilecta es el melón de agua, aunque también piñas, papayas, uvas, peras de agua, manzanas, plátanos y naranjas. Se acostumbra brindarle en jícaras el agua y melado. De los peces prefiere la guabina, la anguila, el pargo, la rabirrubia, la cabrilla, el serrucho, el lenguado, la aguja, la cherna, el emperador y otros.
Entre los caminos de Yemayá, podemos destacar:
Yemaya Mayalewo: Ella es una bruja de gran alcance. Ella trabaja de cerca con Oggun. Es la hija predilecta de Brornu. Vive en el mar, mira de medio lado, es comerciante, diferenció a cada Santo con la pintura por mandato de Olofin. Su nombre significa la que se interesa por el dinero y el comercio. Pintó el agua de azul con la ayuda de Asesu. Usa careta.
Yemayá Iyaba: La madre reina que vive en lo profundo de las aguas, tanto de mar como de río. Reina de los Egbado (egba de la costa). Algunos la saludan diciendo "Odoofi Iyaba" (el río es tu telar Reina Madre)
Yemayá Bokun: Aquella que comparte la grandeza del océano, nacida en el mismo y considerada hija de Olokun.
Yemayá Olokun: La dueña de las aguas del mar y sus tesoros.
Yemayá Olodo: La dueña del río Ogun en Africa, también comparte las aguas dulces de cualquier río con Oshun.
Yemayá Bomi: La que nació de las aguas y para trabajar por la grandeza del pueblo de Agua y los orisa funfun.
Yemayá Asesú: Se considera que trabaja en aguas turbias, cerca de los caños y cloacas que desembocan en el mar. Trabaja con los Eguns y las enfermedades que se diseminan en aguas contaminadas. Come pato.
Yemayá Kwara: Vive en las aguas dulces de los ríos y arroyos, aunque también está en las desembocaduras al mar. Prepara remedios y ayuda a los enfermos.
Yemayá Awójo: La conoce el secreto de la lluvia. Se le considera dueña de grandes riquezas. Come carnero.
Yemayá Konlá: La que vive en las rocas grandes que hay en las costas del mar, donde rompen las olas y se genera espuma.
Yemayá Awosó: La que tiene trato con los brujos, comanda el culto de la brujería en Ketu.
Yemayá Irawó: La que trabaja por la noche en las costas a la luz de las estrellas.
Yemayá Okuté: La que se lleva a la gente para el fondo del mar y nunca más suelta sus cuerpos. Temida y respetada, se le hacen ofrendas para no perecer ahogado cuando se debe viajar por el mar.
También se encuentran:
Yemayá Ajapa, Yemayá Yalodé, Yemayá Lokun, Yemayá Nipa, Yemayá Agana, Yemayá Awo Sama, Yemayá Iyawí Awosomaye, Yemayá Aiyebomi, Yemayá Aiyeboji, Yemayá Ibú, Yemayá Odo, Yemayá Okotó, Yemayá Ogegé Olodé, Yemayá Omi, Yemayá Omiodo, Yemayá Jaomi, Yemayá Naná, Yemayá Olú Omi, Yemayá Oro, Yemayá Tolá, Yemayá Tobi, Yemayá Miré, Yemayá Omiké, Yemayá Oromi, entre otras.
Changó, quizás el mas "popular" de los orishas, gobierna los relámpagos, los truenos, el fuego, los tambores y la danza. El es un Orisha guerrero de inteligencia o ingenio agudo, temperamento irascible y la personificación de la virilidad. Changó tomo la forma del cuarto Alafin (rey supremo) de Oyo en la tierra durante un tiempo. El esta casado con Obba, pero mantiene relaciones amorosas con Oyá y Oshún. Changó es un Orisha extremadamente fogoso y de voluntad fuerte, que ama todos los placeres del mundo: el baile, los tambores, las mujeres, los cantos y la comida. El es Okanani con Elegguá, lo cual significa que son de un mismo corazón. Cuando se contempla la rapidez con la cual el rayo cae en un árbol, o con la que el fuego brama a través de un área, uno ha presenciado el temperamento de Changó en acción. Aunque el negocio el Tablero de Ifá con rúnmìlà a cambio de la facultad del baile, sus hijos tienen una habilidadÒ innata para la adivinación. En reconocimiento de la grandeza de este rey, todos en la religión se yerguen en la punta del pie (o se levantan del asiento si están sentados), a la mera mención de su nombre. Sus colores son el rojo y el blanco, y el se reconoce a si mismo en los números cuatro y seis. A menudo se le representa por un hacha doble.
Simboliza la energía, la creatividad, los juegos, las especulaciones, el orgullo, la vanidad, la realeza, la diversión, los deportes, los espectáculos, la masculinidad, la elevación, la gloria, la fama y el poder. Chango es un oricha mayor, es el Dios del fuego, del rayo, del trueno, de la guerra, de los ilú.batá, del baile, la música y la belleza viril. Patrón de los guerreros y las tempestades. Hijo de Ibaíbo y Yemu. Lo cuidó Obbañeñe (Bayoni) o Daddá o también pudo ser bàtálá. Ibaíbo.Yemayá Konlá o Aggayú Solá u O Su número es el 4, el 12, el 11 y el 8-6, 8-9 y el 6-6. Sus días son el viernes y todos los 4. Sus colores son el rojo y blanco.
Es la representación del mayor número de virtudes e imperfecciones humanas. Es trabajador, valiente, buen amigo, adivino y curandero, pero también, mentiroso, mujeriego, pendenciero, jactancioso y jugador. Es un buen padre mientras el hijo sea obediente. No admite hijos invertidos o cObbardes. Sus amantes son innumerables, aunque sus mujeres propias son Oyá, Obba Yurú y Oshún. Respeta mucho a los Eguns. A veces se le presenta como soldadito a caballo. El caballo del oricha se llamaba Esinlo o Erinlo y era su compañero inseparable.
El receptáculo de Changó es de madera con tapa, preferiblemente de cedro, en colores, rojo y blanco. Puede ser sencilla o en forma de castillo. Sus atributos son el hacha petaloide, copa, espada, acheré de jicotea, caballo moro, pandereta, hacha de doble filo o bípede, bandera roja brillante, seis atases y un oché, o sea, un cetro de madera de palma y cedro que termina en puntas agudas o en forma de doble hacha (Changó lo lleva sobre la cabeza, como símbolo de su divinidad). También tres hachas, una maza y un alfanje (espada curva). El collar es blanco y rojo alternados. El rojo es el símbolo del amor y de la sangre. La salutación se hace acostado en el suelo boca abajo y con las manos pegadas al cuerpo. Se le viste con camisa holgada, pantalón con achó rojo bermellón. En ocasiones usa pantalón corto terminado en punta. Lleva el pecho descubierto con una banda de OBBA cruzada, aunque otras veces lleva chaquetilla de color rojo con listas blancas. En la cabeza tiene una corona que puede ser en forma de castillo.
Los animales que se sacrifican son el carnero, gallo rojo, codorniz, jicotea, guinea, toro, pavo y también gallo, ambos jabaos. Le pertenecen el caballo blanco, las ovejas y el cordero. Las comidas son el plátano indio, harina y quimbombó, el amalá, que es hecha con harina de maíz y carnero. Las aflicciones de las que protege son: Las quemaduras y el suicidio por fuego.
A este orisha se le asocia en sus caminos con los títulos que recibiera cuando era rey, con la realeza, la legislación, la guerra, la fuerza, el fuego y los rayos entre otras cosas.
Shangó Aganyú: Esta es la unión entre Shangó y Aganyú, los dos hermanos gemelos, por esto la persona debe atenderlos a los dos por igual y su cabeza le pertenece a ambos. Shangó habría sido el cuarto rey de Oyó, luego de morir ahorcado, Dada Ajaka (medio hermano) tomó el trono, pero los ministros de Shangó fueron a tierras Tapás a buscar a Aganyú quien se convirtió en Rey de Oyó destronando a Ajaka. A partir de allí se instala el culto a Shangó en Oyó y Aganyú es considerado como el propio Shangó que volvió de entre los muertos para reinar. Como Aganyú poseía el conocimiento de la pólvora, adquirido en región tapá, y sus usos, despertó gran admiración y se le consideró el Rey de los volcanes, las explosiones y el fuego, cualidades que también se transmitieron a su hermano Shangó, convertido en Orisha y fusionado con él. A la conjunción de estos dos Orishas se le llama también Obbadimeji (El rey es doble). El nacimiento de Shangó y su gemelo está escrito en el Odu Okana Melli.
Shangó Bomi: Camino en el cual Shangó bàtálátrabaja cerca de las playas, en las pedreras y se le considera hijo de O con Yemayá. Su amalá se hace con pescado y mariscos.
Shangó Obbakoso: Título que recibiera Aganyú luego de tomar el trono de Oyó, significando "el rey no se ahorcó". Tiene incumbencia en los rayos, el fuego y la ley, sin embargo es un camino donde se presenta como un joven mujeriego, parrandero y andarín. Su morada es en la palma.
Shangó Dibeji: Asociación entre Shangó y sus hijos los Ibeyis, en la cual se fusionan ambas deidades rindiéndoseles un culto a los gemelos varones bajo las características de Shangó, asentándoles sus atributos y armas en forma doble.
Shangó Aláfin: En este camino se le asocia con la legislación, el gobierno, la ley, la justicia y los superiores. Es muy respetado por su autoridad y buen sentido de la justicia.
Shangó Arirá: El dueño de los rayos, presente en tiempos de lluvia, apaga el calor de las sequías y trae la paz. Es considerado un camino de Shangó que se bàtálá. Se le coloca epo, oyin y su amalá se hace conentrega a los hijos de O pescado.
Shangó Olosé: El dueño del hacha de doble filo y detentor del poder. Gran guerrero de caracter fuerte, su palabra no se pone en duda.
Shangó Kamúkan: El que trabaja con los Eguns, tiene poder sobre la vida y la muerte.
Shangó Obára: Considerado un camino en el cual es pobre y harapiento, sin embargo su palabra es ley y nunca miente. Es el rey del rayo, con el cual mata a los injustos, mentirosos e impíos. La casa que fuera tocada por su rayo será deshabitada y se considera maldita.
También podemos nombrar los siguientes:
Shangó Bangbosé, Shangó Gbogbagúnle, Shangó Gbamí, Shangó Fáyo, Shangó Bunmí, Shangó Deyí, Shangó Olufina, Shangó Obbalúbe, Shangó Obbanlá, Shangó Tápa, Shangó Godo, Shangó Obbadimeji, Shangó Odúnbadeyí, Shangó Obba bi, Shangó Obbatolá, Shangó Oluóso, Shangó Nupé, Shangó Asabeji, Shangó Jakutá, Shangó Ladé, Shangó Obbajokó, Shangó Okanami, Shangó Bolá, Shangó Oloké, entre otros.
Orúnmìlà , es el orisha de la sabiduría y la adivinación. El fue el único orisha al que se le permitió ser testigo de la creación del universo por Olorun, y se comporta también como testigo de nuestros destinos en desarrollo. Este es el origen de su titulo de Eleri Ipin, o "Testigo del Destino en su Creación". Sus sacerdotes, los Babalaos o "Padres de los Secretos", deben dedicarse enteramente a la practica de la adivinación y las artes relacionadas. A través del Tablero de Ifá, sus sacerdotes desvelan los secretos del universo y los secretos del despliegue de nuestras vidas. Sus colores son el verde y el amarillo, los cuales reflejan la rúnmìlà con Osaín (los secretos del mundo de las plantas) y conrelación de Ò Oshún, la cual es su apetevi, con la cual el sostiene una relación rúnmìlà es sabiduría y Oshún es conocimiento, puesextremadamente cercana. Ò la sabiduría sin el conocimiento es ineficaz, y aquel que tenga conocimiento sin sabiduría es un peligro para si mismo y para otros. Simboliza la transmutación, la renovación, el cambio, lo misterioso, las fuerzas ocultas, la magia, la muerte, la destrucción y la regeneración, las confrontaciones, la lucha, los retos, los peligros de sumergimiento, los dramas, las pasiones, las envidia, las herencias, las donaciones, las búsquedas difíciles, la interiorización, el inconsciente colectivo y el sueño.
Es un Oricha mayor. A su alrededor se ha formado todo un complejo religioso que lo singulariza en relación con todos los demás orichas. Orula es el gran benefactor de los hombres, su principal consejero porque les revela el futuro y les permite influir sobre el mismo. Orula es el poseedor del secreto de Ifá, el oráculo supremo mediante el cual se comunica con ellos. Personifica la sabiduría y la posibilidad de influir sobre el destino, incluso el más adverso. También es considerado como un gran médico y como uno de los dueños de los cuatro vientos. Quien no acata sus consejos, sea hombre u oricha, puede ser víctima de los osogbos inducidos por Echu. Fue Changó quien, con la autorización de Olófi, le proporcionó a Orula el até (o Tablero de Ifá), y el dominio de los secretos de bàtálá y sus mejores amigos son susla adivinación. Orula es el hijo de O hermanos Changó y Elegguá. Su madre es Yemú.
Orula forma una tríada con Odún y Oddúa. Le pertenecen todos los días y su fiesta es el 4 de octubre. Sus colores son el verde y el amarillo. Orula es el único Oricha que posee los secretos adivinatorios de Ifá. Orula no baja a las cabezas y sólo se comunica a través de sus oráculos, que son el ékuele y el Tablero de Ifá con ikines. Los atributos son el Tablero de Ifá (até), ékuele, dos manos de ikines (semilla, nuez de kila), dos oráculos, una pesa y su balanza, un iddé, un cuje de álamo, un irofá (o tarro de venado), con el que se escribe en el polvo del Tablero o para golpearlo en distintas ceremonias, un Iruke (o escobilla de crin de caballo), que se utiliza para limpiar las malas influencias. El tablero simboliza el mundo. Los collares amarillo y verde alternos. Hombre (Abo-Faca): iddé-manilla amarillo y verde alternos. Mujer (Iko-Fa): se recibe en ceremonia independiente y sencilla, que dura tres día. Iddé-manilla amarillo y verde alternos.
Las ofrendas y prohibiciones alimentarias son la chiva, gallina negra, paloma y venado. En los bailes no se caracteriza por tener uno específico, puesto que no se sube, pero se ejecutan danzas en su honor, aunque sin ninguna característica especial. Se le toca en el lugar después de Oshún y comprende tres toques. Las aflicciones contra las que protege es la locura.
Obba, Protectora de los matrimonios. Utiliza un pañuelo color rosa. Sincretiza con Santa Rita (22 de mayo) . Es una santa de acción, la mujer que siempre ha pensado que el hombre es una criatura racional compuesta de cuerpo y alma obra de la creación de Oloddumáre. Es diestra con la espada, la cual maneja a la perfección, gran guerrera, hábil para el comercio y fue una gran navegante, ya que ella dice que todo lo que el hombre puede hacer, ella también lo puede. Obba es la verdadera esposa de Chango, y a el le ha enseñado a manejar la espada y a luchar, pero no obstante, es una mujer susceptible, hija de Oddua Osabelli y Boromú. Sus caracoles van al piso solo cuando se lavan, después habla por la boca de Ochun, y como lo mismo que ella menos chivo, pues como chiva. No acepta la infidelidad y quien la recibe obtiene estabilidad conyugal por lo cual debe estar debidamente casado. En su casa es la mujer perfecta. Chango no la dejaba por ninguna otra mujer, hasta que un día Oyá la engañó con Chango; Obba se corto las orejas y con ellas le hizo una comida a Chango, pero esta se dio cuenta a tiempo y no la come, después de ese momento Chango y Obba se separaron. Sin embargo, Chango reconoce que ella es su legitima esposa. Pero desde entonces, Obba se torna reacia a todo y siempre esta molesta.
Los colores de la bandera de Obba son Punzo y punzo mate adornados con coral. Sus piezas son una catalina, un yunque, un escudo, una coraza, una llave ( es la que abre la puerta a la persona para que entre el dinero a la casa ), una careta, un libro y una brújula. Obba se hace a través de Ochun, y sus ceremoniales se realizan después de itá. Obba, es poder, es la fuerza, el gobierno de todas las cosas que existen. En ella se contrae lo bueno y lo malo, en Iré se saborea el triunfo y la gloria, y en Osogbo, el mal que se extiende hasta la muerte.
Obba, junto a Oyá y Yewá, son también llamadas las muerteras, o guardianas de las tumbas. Un patakí relata que Obba desconsolada por su fracaso en el intento de conquistar a Changó, rompió en llanto y lloró tanto que sus lágrimas formaron ríos, lagos y lagunas; con su tristeza se retiró a la soledad del cementerio, donde no tendría relación con los hombres, convirtiéndose en la guardiana de las tumbas. Desde ese tiempo vive en compañía de los muertos formando parte de la trilogía de las santas guardianas del cementerio
Obba es una divinidad fluvial, es la diosa del río del mismo nombre que corre en la región oriental Yorùbá. A pesar de ser una divinidad secundaria en el panteón Yorùbá, su culto es muy conocido en Cuba. Obba siempre aparece relacionada a su esposo Changó, y todo hace suponer que es a través de él por lo que su culto ha podido extenderse a tierras alejadas de aquéllas que bañan sus aguas. Obba no es una divinidad de marcados atributos y carácter como Oyá y Oshún, las otras dos esposas de Changó, por sí misma no sería más que una diosa local. Obba, como su esposo Changó, es una de las divinidades que surgió del cuerpo de Yemayá.
En realidad, el río Obba es afluente del río Oshún. Debido a la rivalidad que existe entre ellas, las aguas cerca de la confluencia de los dos ríos son muy agitadas. Dicen los Yorùbá que ellas todavía recuerdan la terrible aventura de que fueron protagonistas y por ello, nadie debe mencionar el nombre de Oshún cuando está atravesando el río Obba, ni viceversa.
Obba en Cuba ha perdido su carácter de divinidad fluvial pues Oshún ha asumido el patronazgo de todas las aguas dulces a expensas de Obba y Oyá, las otras diosas fluviales Yorùbá conocidas en Cuba. Obba es considerada como la primera esposa de Changó la más importante, lugar que ocupa Oyá en Yorùbá. En Santería, Obba es la diosa del hogar, la buena esposa que se desvive por cuidar la casa de Changó, quien pasa mucho tiempo fuera, ocupado con sus guerras. Changó siente mucho respeto por Obba; dicen los afrocubanos : «Changó Obba o mague alado yina» (Obba es mujer estimada del príncipe Changó).
Los afrocubanos cuando hablan de Obba lo hacen con respeto y cariño pues ella representa la abnegación conyugal. Su sacrificio en aras del bienestar de su esposo enternece a los creyentes. A ella se le ruega para que calme a Changó cuando éste baja encolerizado y Changó que la respeta y aprecia mucho, siempre hace caso de sus consejos. Obba en el pueblo Yorùbá es una de las orichas menos importantes. Su culto no es conocido en todo Yorùbá y su conocimiento en regiones alejadas de las márgenes del río que ella habita parece deberse principalmente a su condición de esposa del poderoso dios del trueno.
En Cuba también aparece estrechamente ligada a Changó, pues todas las historias que sobre ella se conocen y los títulos con los que se la llama hacen referencia a su cualidad de esposa del popular oricha. Obba es la diosa hogareña y el hecho de que haya usurpado el lugar que ocupa Oyá en África como primera esposa de Changó, parece deberse a un deseo de resaltar la posición y la personalidad de esta diosa, que carece de los atributos que dan relieve a otras orichas femeninas. Obba, es la diosa del amor, los lagos y las lagunas. Se le representa como una mujer hermosísima que se cubre la cabeza con un turbante para disimular la falta de las orejas que se cortó por amor a Changó.
Su arma principal es el puñal; es una diosa guerrera que usa espada y escudo de cobre. Es el estereotipo de mujer de temperamento fuerte, sensual, apasionada y posesiva, que se muestra impetuosa, combativa y valerosa, pero que no siempre es comprendida. Sus hijos tienden a compensar sus fracasos amorosos con la búsqueda de la ascensión profesional y el éxito. Entre sus atributos, lleva una corona, un escudo, una espada y su collar es de cuentas transparentes rojo oscuro.
Asociada en todos sus caminos con los lugares profundos del río Obba y el monte, donde se le entregan ofrendas en Nigeria. En América a Obba se le rinde culto en la orilla de playas con monte o vegetación y también en el cementerio. Obba tiene varios caminos; entre ellos están los siguientes:
Obba Ladé: La que porta corona, siendo considerada mujer del rey. Trabaja a la orilla de los ríos con piedras y también en las costas del mar.
Obba Lube: Fuerte guerrera, de carácter fuerte. Prefiere las cuchillas para atacar y defenderse.
Obba Tolá: La que pertenece a la nobleza del palacio, posee honor y riqueza.
Obba Tundé: La reina que ha regresado para aconsejar y ayudar a sus hijos.
Obba Omí: La que viene desde las aguas, vive a la orilla de los ríos y mares, cerca de lugares arbolados o con vegetación.
Obba Mire: La que trae bendiciones desde el agua. Usa machete y escudo.
También están los siguientes caminos:
Obba Surú, Obba Bomi, Obba De, Obba Niké, Obba Laiyé, Obba Yeyé, Obba Lasé, Obba Labí, Obba Girielú, Obba Beremi, Obba Suaré, Obba Taladé, Obba Labaiyé, Obba Olomi, Obba Suemi, Obba Bi, Obba Biolomi, Obba Funmi, Obba Jare, Obba Omiota, Obba Nupe, Obba Odeyi, Obba Funke, Obba Tunese, entre otros.
OSAÍN: Es el espíritu de las plantas, dios de la medicina, que tiene un solo ojo, una sola pierna y un solo brazo y tiene un güiro que cuelga, que es el símbolo de él entre nosotros. Es un orisha del monte, salió de su territorio por motivos de guerra y algunos más. Ozaín vino al seno de la Osha cuando se formó la confederación de todos los santos, antes de él se conocía sólo a inle. Es el máximo conocedor de egües, y semi dios de todas las sustancias medicamentosas. Tiene conocimiento de las características de todas las plantas y bichos o gusanos que en ellas vivan.
Es una deidad Yorùbá, cuyo poder radica en el uso de la naturaleza, específicamente en el mundo vegetal, en lo que se refiere a plantas, árboles. Sus propiedades radican en la curación y la defensa de las personas contra los osogbos. También es denominado el brujo de los Yorùbás. La representación física de la deidad, consiste en una freidora de barro (Ikoko Osaín), una imagen tallada de madera (Obakere ó Agboran), un Osun de Osaín o Ematon y una Igba Osain o Igbo Osaín, o Aweru, que es una tapara o jícara redonda forrada de un collar multicolor (Eleke Osaín) y la cual tiene dos aberturas y puede ir montada encima de la Ikoko, o en un árbol cerca del fundamento y otra llamada Eleguedi, que es una tapara cargada también. Además, tiene como atributos, un Odu Ara (Piedra de rayo) y un tablero cuadrado para los eboses (sacrificios).
Osain en su sincretismo se le conoce como San Silvestre, San Ramón, San Ambrosio. Su día de la semanaes el Domingo. Sus colores: Blanco, rojo y amarillo. Sus comidas son diversas, entre ellas podemos encontrar Chivos y gallos cobrizos, jicoteas, pavos, guineas, codorniz, palomas prieta, lechuza, monos, faisán, sinsonte, colibrí, plumas de pavo real, la savia de los árboles y las hierbas, semillas, flores y granos, tabaco y aguardiente. Todos los reptiles, especialmente los cocodrilos.
Aunque es dueño de todas la hierbas, entre ellas algunas de uso especial, tales como las hierbas medicinales y mágicas, helecho, higuera, huevo de gallo, palo blanco y hierba hedionda. Tiene varios caminos, entre los que podemos nombrar los siguientes, que están asociados con las hierbas, las curaciones, los secretos del monte y la brujería.
Ozaín Agé: Hechicero, conocedor de todas las medicinas y principalmente de los secretos que se esconden en la calabaza. Vive al pie de árboles frondosos y altos que tengan enredaderas.
Ozaín Bi: Posee trato con Iyami Oshoorongá y los pájaros. Gran hechicero y herborista.
Ozaín Ajube: Gran curandero, cura dolencias relacionadas con los órganos internos del cuerpo (hígado, intestinos, estómago, etc).
Ozaín Beremi: Este trabaja a la orilla de ríos con vegetación abundante.
Ozaín Oloógun: El dueño de todas las medicinas, curandero por excelencia.
También encontramos los siguientes:
Ozaín Dompé, Ozaín Getemá, Ozaín Obióta, Ozaín Tolá, Ozaín Ra, Ozaín Fumagé, Ozaín Seká, Ozaín Oguniké, Ozaín Tunesé, Ozaín Molé, Ozaín Bemarun, entre otros.
OCHUMARE, Se cuenta que ayudo a curar la ceguera de Oloddumáre y que desde entonces reside en el cielo y sólo recibe autorización para tocar la tierra de vez en cuando, es andrógino y representa tanto el movimiento como la permanencia y también la riqueza. Es corona de Yemayá, ayudante de Chango. Come guanajo y pato de la florida. Por sus colores tiene relación con Oyá. Ochumare se encuentra entre las deidades que todavía eran adoradas en Cuba en el siglo XIX, pero su culto se fue extinguiendo posteriormente. Viene de África, del territorio Yewe. Su vestuario gorra blanca con adornos de cauris (representa la paz), banda cruzada de cordón de caracoles. Sus hijos son los que típicamente sueñan con ser ricos. Son pacientes y perseverantes, pero rara vez francos. No carecen de generosidad. El éxito suele hacerlos ostentosos y un tanto vulgares. Su nombre en Fon: De Ayido. En Haiti se sincretiza con San Bartolomé (24 de Agosto). Actualmente, en Cuba, se le adora en el camino de Yemayá Ochumare y además es oricha de Ifá. Cada vez que se asoma en el cielo saluda la vida y los que viven en este planeta, llenando nuestra vista de belleza y cierto misterios, recordándonos a todos los que conocen esta leyenda que Ochumare ha recibido la autorización de asomarse al cielo y tocar la tierra con sus 7 colores, por lo que también representa al arco iris.
AJE CHALUPA, Oricha de la salud, de las primeras riquezas y de la suerte. Su emblema es una concha. Comerciantes y otras personas buscan dinero activamente, lo adoran como su patrón y sitúan dinero en conchas para propiciarlo. Se le considera venático, lleno de antojos y caprichos. Aje Chalupa regala sus favores arbitrariamente y con frecuencia no es el primero sino el último a quien beneficie y mejora. En ocasiones importantes cuando grandes cantidades de dinero han sido gastadas, es usual oír el grito: !Aje oh! (en África) lo que implica que tales gastos han sido posible gracias a la bendición del oricha. Tales ocasiones dan una demostración concreta de su generosidad. Encontrar una concha grande en el camino es considerado como un signo de muy buena suerte. Igual que todos los oricha, aunque quizás en mayor medida exige completa confianza en sus poderes.
OIOSÂ, Oricha menor. Dueña de los lagos. Es deidad benefactora hermana del cuerpo de Yemayá y también hermana de Olókun y su esposa. Es bondadosa con los pescadores a quien ayuda para que su captura sea abundante. También los protege de accidentes y de problemas con los caimanes, que ella respeta mucho. Se le sacrifican gallinas, ovejas, chivas y otros animales. Generalmente sus ofrendas se dejan a la orilla de los lagos y de las ciénagas y se supone que los caimanes se los tragaban. Vive en los lechos de los lagos. No se sincretiza, no tiene pataki.
OLOSA, Oricha mayor. Su culto ha caído en desuso desde el siglo XIX. Se le tenía por la deidad de las casas y se representa con un palo o una espada que se colocaba a la entrada del hogar y garantizaba su protección. Es posible que los esclavos hayan abandonado su culto al pasar a vivir en barracones y optan por el de Elegguá, considerado mas poderoso.
OROIÑA, Es la Oricha mayor (fundamento de Ifá). Nació de Oricha Oko y es la manifestación del fuego universal, el centro incandescente del globo terráqueo, el lugar donde nacen los fuegos volcánicos y la conmoción de los terremotos. Sus poderes forman las montañas, colinas, y cordilleras. Oroiña es la madre y el padre (según otros informantes) de Aggallú. Es además el foco central de la energía solar concentrado en Oricha Oko. Se asoma por Oke en forma de Aggallú buscando su identidad con Olókun. También se dice que nace los Olorun, como Aggallú y Chango.
ANGAYÚ, Simboliza la política, la tierra, los lugares elevados, las montañas, las cimas, los lugares aislados e inaccesibles, las luchas, los obstáculos e impedimentos, la mala suerte, los reveses de fortuna, las carreras brillantes, la decadencia, el tiempo, la noche, los viejos, las deformaciones, el invierno, el frío, las minas, el deber social, las ambiciones profesionales. Es un Orisha mayor. Es el hermano de Chango, el gigante de la Osha. El orisha de la tierra seca, deidad del desierto. Patrón de los caminantes, los porteadores, los automovilistas y aviadores, estibadores. Es el Patrón de la Ciudad de la Habana. Las fuerzas terrenales, que le pertenecen, son símbolo de sus tremendas energías, como la potencia de los ríos que dividen los territorios, la de la lava que perfora la corteza terrestre, la de los terremotos que la conmueven y la del impulso que la hace girar eternamente. Es bàtálá. Oroiña es su madre. Su temperamento es belicoso yel Báculo de O colérico.
Su refugio es la palma, sobre todo cuando se encuentra en alguna situación difícil. Es amigo de cargar a los niños y ponérselos sobre los hombros. Se le reconoce por sus largos pasos y porque alza mucho las piernas al andar. No puede ir a la cabeza de nadie. Sus días son el Miércoles y el 16 de cada mes. Su número es el 9. Su receptáculo es un lebrillo de madera, o de barro, decorado con sus nueve colores. Cuando se asienta lleva nueve herramientas que acompañan a la piedra o fundamento, en forma piramidal u otra que sugiere una elevación terrestre.
Los atributos son:
• Oché (hacha bípede roja y blanca, adornada con abalorios amarillos, rojos y azules).
• Oggue (dos cuernos de novillo)
• 16 mates (semillas redondeadas que se encuentran a la orilla del mar).
Las herramientas son el hacha bípede y bastón. Cuando es de fundamento, se le suman las seis herramientas de Chango. Los collares son en La Habana de color cacao, matipó, perla, azul turquesa, una roja y, a veces, una amarilla o verde. En otras casas de santo las cuentas son de color cacao alternadas matipó, insertándosele cada nueve cuentas, otras rojas, azul, turquesa, verdes y amarillas. También una cuenta blanca grande, seguida por nueve rojas y ocho amarillas, orden que se repite varias veces. Los pantalones y chaquetillas de color rojo oscuro. De su cintura penden pañuelos o tiras de diversos colores. Las comidas son nueve galletas untadas, los animales como el toro, chivo, gallo, paloma y guinea. Los bailes de este orisha son conocidos por sus pasos largos y porque alza mucho los pies, como para salvar obstáculos. Carga a los niños que están a su alcance y se los pone sobre los hombros.
Bàbálú, Simboliza los viajes largos, los países extranjeros, la filosofía, las leyes, la religión, los altos cargos en la iglesia, la profecía, el milagro, la mente abstracta, las aventuras, el comercio con el exterior, la navegación, la vida al aire libre, los ejercicios físicos, las carreras de caballo, la velocidad, las apuestas, los sabios, los estudios y la independencia. Es un Oricha mayor y santo muy venerado. Deidad de la viruela, la lepra, las enfermedades venéreas y, en general, de las afecciones de la piel. Se le considera hijo de Nàná Buruku, pero algunos bàtálá. Su nombre quiere decir “padre delestiman que nació directamente de O mundo”. A este santo le gusta trabajar con los muertos. Este Oricha no se asienta, sino que se recibe. Su color es el morado obispo y su día es el viernes, aunque para otros es el miércoles. Su número es el 17, y habla en el 4, el 11 y el 13. Medio hermano de Changó, cuando los adivinos se reunieron para la distribución de los reinos le fue entregado el Reino de Dajome. Arará Dajome de nacimiento según unos; aunque de tierra Lucumí fue a tierra de Dajome según otros. En Matanzas los herederos de Arará, le tocan a Bàbálú Ayé el tambor Asojín. Se recibe directamente por los descendientes de Arará,a este Santo le gusta trabajar con muertos.
Su nombre es de origen Lucumí, también se conoce como Agróniga, Omobitasa (el más anciano de los San Lázaros), Asojuano, Asyoricha (el más joven), Ayanó (a quien se reza para que aleje las epidemias), Chakuata (Agróniga camino de Yonkó y muy antiguo), Awojonú, Shapkan, Asoyí (El Obispo), Atimaya, Ayamú(Arará),etc.
A él lo acompaña Iku, el espíritu de la muerte. Por esto a través de la enfermedad ocurren muchas muertes. El es uno de los 16 malignos que vienen antes que Iku pueda tomar una vida. Cuando vemos a Bàbálú Aye en la naturaleza, vemos el hongo que esta matando los árboles y la vida de las plantas. Las malas hierbas que están matando los jardines y las flores. Vemos a Bàbálú Aye en la enfermedad y los animales mutilados. El es el germen que se infiltra en cada cosa viviente. El es llamado el padre de la enfermedad. Es debido a su voracidad que el mundo esta lleno de enfermedades. Sin embargo es también el único que puede cambiar este camino.
El receptáculo es una cazuela muy plana (muy similar a la freidora de Elegguá, pero más grande), tapada con otra a la inversa y sellada con cemento, o sin sellar, depende la regla. La parte superior tiene un orificio o es una jícara o un güiro al que se insertan plumas de guineo que se sacrificó el día del lavatorio o del fifeto. También puede ser una güira alargada y cortada longitudinalmente. Los atributos son: El ajá, es decir, un manojo de varetas de palma de corojo o de coco que en su extremo inferior están atadas con una tela de saco. Se le añaden cauris y cuentas para adornarlos. También cualquier implemento propio de los impedidos. Igualmente perro, de cualquier tipo de material, que sean blancos y con manchas amarillas.
Sus herramientas son dos perritos de hierro. Siempre que se recibe a San Lázaro se le añade un Elegguá (con su respectivo Osun de perro). Si se entrega por camino arará asojin, este Elegguá llevará el nombre de Afrá. Dos muletas y una matraca. Los collares son de cuentas negras, matipó de Oyá, matipó de San Lázaro (blanco con rayas azules), cuentas rojas. Se combinan según el camino del santo y en algunos casos le añaden cauris. Viste con tela de saco o de cuadritos abigarrados y se adorna con muchos cauris. Las comidas son menestras y granos. Pan quemado, mazorcas de maíz tostadas. Cocos verdes de agua. Ajo, cebolla, vino seco, corojo, pescado ahumado, jutía ahumada, cogote de res. Chivo con barba, gallo grifo y jabao, paloma y gallina de Guinea y codorniz. Los mensajeros son los mosquitos, moscas y todo tipo de insectos que sean vectores de enfermedades. También el viento.
Se sube y aparece casi siempre como enfermo, torcido y con las manos engarrotadas. Cojea y se siente tan débil que se cae. Su hablar es fañoso y tiene la nariz llena de mucosidades. Sus movimientos recuerdan los de un enfermo febril. En ocasiones hace como si espantara las moscas y demás insectos que se posan sobre sus llagas. También agita el ajá en el aire, como en un rito de limpieza, barriendo todo lo malo. Generalmente, este baile afecta mucho a los posesos, quienes suelen querer lamer pústulas o afecciones cutáneas de los espectadores. Las aflicciones contra los que protege son la lepra, viruela, sífilis, cólera, problemas gástricos, úlceras, gangrenas, embolias, parálisis, erisipelas, amputaciones y todo tipo de afecciones cutáneas.
A este orisha se le asocia en sus caminos con las enfermedades, la muerte y los muertos.
Bàbálú Beluja: El que pertenece al pueblo del pez, asociado con el mar y considerado hijo adoptivo de Yemayá. Porta un machete y un bastón. Su acción es en las embarcaciones, donde desparrama enfermedades en la tripulaciones, como el escorbuto y otras.
Bàbálú Sapata: Aquel cuyos brazos son fuertes como la roca, puesto que cuando golpea mata. Ataca a los enemigos con enfermedades mortales y epidemias.
Bàbálú Ajorotomi: El que trae consigo la peste y los males de las brujas de las aguas.
Bàbálú Oloko: Vive en el campo y cerca de los cultivos, donde ejerce su poder provocando pestes en las plantas y en los labradores.
Bàbálú Bokú: Trabaja en los cementerios y en el monte sagrado, donde se presenta bajo la apariencia de un muerto-vivo. Sus éguns son simbólicamente muertos, enterrados y vueltos a la vida. Demás está decir que se le atribuyen poderes sobre la vida y la muerte.
Bàbálú Olode: Trabaja en los lugares abiertos, descampados, al aire libre y ataca preferentemente en las horas que el sol está en su pico más alto, provocando fiebres, insolación y virus que se esparcen con el aire cálido de los veranos.
Bàbálú Ayé: Considerado el rey del pueblo de la tierra. Difunde sus virus a través del contacto con la tierra y todo tipo de alergias provocadas por ésta. Animales y plantas rastreras se consideran de su pertenencia.
Bàbálú Mulú: El que atrapa a la gente o los animales y les golpea con su peste, no dejando nada vivo a su paso.
Podemos nombrar también:
Bàbálú Dakú, Bàbálú Jubeteyí, Bàbálú Asojuano, Bàbálú Molu, Bàbálú Kolofó, Bàbálú Ajesún, Bàbálú Morobó, Bàbálú Mioró, Bàbálú Obelomi, Bàbálú Midosun, Bàbálú Obiribara.
INLE, Simboliza las cosas móviles, variables, la hospitalidad, la bebida, el vicio, el disimulo, los engaños, la pérdida de reputación, los hospitales, las cárceles, las casas de reposo, los asilos, las instituciones piadosas, los dispensarios, las sociedades protectoras de animales, las traiciones, los suicidios, las dependencias, el escapismo, los trabajos aislados, las ciencias ocultas, las maniobras sediciosas, el espionaje, el camuflaje, la hipocresía, el martirio, el sacrificio, el servicio y el inconsciente colectivo. Es un Orisha mayor. Médico de la Osha. Patrón de los médicos, peces, y dueño del río. Es la deidad de la economía extractiva o, específicamente, de la pesca y la recolección prehortícola. Es médico, cazador y pescador. Es andrógino y muy bello. Es la personificación de la tierra, vive en la tierra y en el agua. Su color es la combinación del azul y del amarillo. Sus días son los Viernes y cada 24, su caracol no va al piso.
El receptáculo es una sopera cuya tapa consiste en un plato sobre el que se pone su herramienta. Como complemento lleva una tinajita en la que va el secreto de Abbata (orisha inseparable de Inle, algunos dicen que es su hermano, junto con Ochosi). Tiene siete piedras. Las herramientas es un pedestal en forma de cruz, del que penden, a ambos lados, majáes pececitos. A lo largo del eje vertical, en el centro, van enroscados dos majáes. En plata o metal blanco, dos aros, anzuelo, pita, red y 18 caracoles. El secreto son caracoles, conchas y un alambre en forma de veintiuno (majá). Los collares son matipós verde oscuro, azul prusia y cuentas de coral. Se viste de azul, amarillo y blanco, se adorna con caracoles. También de verde marino y del color de ciertas aguas estancadas.
Las comidas son vino dulce y panetelas borrachas, pargo, lechuga y berro, boniato, naranja de China, bolas de calabaza, ñame, ekó, guayaba, aceite de almendra. Después de sazonado el pescado, se cubre con galletas de sal molidas, gofio de maíz y salsa de almendra. Los animales son el carnero, gallo, palomas, guinea, todos los animales que se le ofrendan tienen que ser blancos. Se introduce un pargo en el omiero para sacramentar el agua. Antes del lavatorio se hace una ceremonia en el río y se ofrenda naranja de China y boniato cocido, y luego se le da coco. Se echa un gallo al río antes de la ceremonia en el cuarto. El baile cuando se sube que es pocas veces se baila agachados, en rueda y mueven la mano derecha de un lado a otro como apartando las yerbas. Los pasos rítmicos van como en zigzag, imitan con sus brazos ondulantes los movimientos de los pescadores que bogan en canoa, u otras mímicas de la actividad laboral. Las aflicciones que protege son todas las que el ser humano puede adquirir.
ÒSUN
Los caminos de Òsun se asocian con los nacimientos, los hijos, la riqueza, el agua y la abundancia.
Òsun Pónda: Protectora de la ciudad del mismo nombre en Nigeria, pero además asociada a la abundancia, la prosperidad y las riquezas.
Òsun Bí: La dueña del nacimiento, el parto. Se le pide para que las mujeres tenga partos sin dolor y para que los bebés nazcan en la fecha prevista.
Òsun Olomi: La dueña de las aguas del río. Se le pide para que su fuente nunca se agote y el agua siempre se mantenga cristalina y pura.
Òsun Oromi: La madre de los Espíritus de las aguas. Madura, maternal y sensual al mismo tiempo.
Òsun Olodó: La madre del río. Joven, guerrera y coqueta. Su carácter es muy cambiante.
Òsun Ibú: La que vive en lo más profundo del río y también en los estuarios, donde el río se junta con el mar. Se divide a su vez en varios sub-caminos.
Òsun Kare: La que trae abundancia en las cosechas, produciendo el agua necesaria. Joven, coqueta y amante de las fiestas. Se la acostumbró a recibir grandes honores con tambores y banquetes luego de la recolección de las cosechas.
Òsun Osogbó: La dueña de los embarazos y el útero materno. Símbolo de la reproducción femenina. No hay mujer que no le pida hijos.
Òsun Iyalodé, Òsun Bomi, Òsun Taladé, Òsun Ladé, Òsun Demú, Òsun Omoluifé, Òsun Apará, Òsun Akuaro, Òsun Yeyé Onira, Òsun Yeyé Miré, Òsun Dibeji, Òsun Iyanlá, Òsun Popolókun, Òsun Iyami, Òsun Abalu, Òsun Doko, Òsun Oloko, Òsun Boko, Òsun Alaoro, Òsun Ikonlá, Òsun Beremi, Òsun Omi lokun, Òsun Tiomi, Òsun Bi olomi, Òsun Talabi, Òsun Funké, Òsun Ibumi, Òsun OlObba, Òsun Omimaré, Òsun Ìyá oro, entre otros.
NANA BURUKÚ
Pertenece a la familia de Odùduwà y Olókun, vive igual debajo del agua como en la tierra, pero se le conoce como madre del agua, lagunas, ríos, ojos de agua, represas, pozos, todas las aguas dulces. Se le sacrifican animales de cuatro patas, palomas, guineas y toda clase de aves, pero sin usar cuchillo, ya que por disputas con Oggún no permite el uso de ninguna arma de hierro para sus sacrificios; éstos se realizan con un madero duro y punta muy afilada. Todos los sacrificios se colocan en una cesta con todos los demás ingredientes y se lleva cantando para el río. Se dice que por ser dueña de las aguas dulces, es madre de Oshún. Su collar lleva cuentas blancas por Odùduwà y color jabón por Olókun, también lleva caracoles.
Algunos caminos de Nana son los siguientes:
Nàná Buruku Ajesún: La que trabaja con la brujería y las enfermedades.
Nàná Buruku Ilegboná: Era adorada en Ifé como la dueña de la viruela y las enfermedades que provocaban erupciones en la piel, y madre de Bàbálú.
Nàná Buruku Adjaosí: La que trae la miseria y la desdicha. Anda vestida con arapos y tiene su choza cerca del pantano.
Naná Mahi: Protectora de los Mahi, vive en las montañas y lugares elevados, su asentamiento se hace en un montículo de tierra.
Naná Yaba: Reina Madre, muy respetada por los anagó. Porta un cayado, símbolo de su autoridad. Sus pasos son lentos y dificultosos, se cubre con un manto. Algunas bàtálá hembra.veces es confundida con O
Nàná Buruku Molú: Que vive en la laguna donde antiguamente se tiraban a los niños defectuosos, las almas de esos niños se transformaban en sus "hijos". Su símbolo es el "ibírì" (especie de escobilla).
Nàná Buruku Alagba, Nàná Buruku Narewá, Nàná Buruku Nakelé, Nàná Buruku Suaré, Nàná Buruku Ajapa, Nàná Buruku Ogbaya, Naná Buruké, Naná Bulukú, Naná Brukung, Naná Delé, Naná Miremi, Naná Bukú, Naná Nunselé, Naná Inie, Naná Bini, Nàná Buruku Atsoko, Naná kpahan, Naná Hondo, Naná Seli, Naná Intilé, entre otros.
ABITA, Es un fundamento compuesto por tres alboranes: Abta, Ara Unla, Tentaorun y su Ikoko. Es una especie de Ozaín pero con un gran poder en la parte negativa y que es utilizado mayormente para hacer daño. Es considerado como el Diablo.
Particularidades Del Sincretismo Religioso En Cuba.
En Cuba se conoce como religiones sincréticas a la práctica extendida entre la población de rendir culto a los dioses africanos de la cultura yoruba (yorubá) conocida como Regla de Ocha o Santería a través de las imágenes de los santos venerados en la religión católica. Cada una de las deidades recibe el nombre genérico de oricha, orisha u orissa, y tiene su "equivalente" con un determinado santo católico, de acuerdo con los elementos sincréticos considerados históricamente.
Así nos encontramos, por ejemplo, que Obatalá (Obbatala) ha sido sincretizada en la Virgen de las Mercedes, o que Changó (Shango) ha sido sincretizado como Santa Bárbara, etc., en una relación que contempla a una parte importante de las deidades del panteón yoruba.
Pero esta fusión va más allá de la identificación. Es conocido que los babalaos y los santeros recomiendan a quienes les consultan realizar determinadas prácticas y ceremonias dentro de las iglesias católicas lo que llega a ser más significativo en el caso (como en el de las Mercedes) en que una iglesia esté identificada con un santo en particular.
El fenómeno del sincretismo no es exclusivamente cubano. Ha ocurrido siempre que se han "encontrado" dos culturas diferentes y que por diversas circunstancias coexisten en el mismo espacio y tiempo. Y obviamente este fenómeno no se circunscribe al ámbito religioso aunque aquí sólo nos limitaremos a este.
¿Cómo ocurrió esta fusión en Cuba? Hasta donde conozco existen dos hipótesis:
• La que afirma que fueron los esclavos africanos los que empezaron a adorar a sus dioses a través de las figuras de los santos católicos como una manera hábil de mantener sus creencias y no ser castigados por sus amos.
• La que afirma que fue un proceso dirigido por los propios representantes de la Iglesia como un modo no violento de atraer a estos esclavos a la fe católica.
Creo que ambas hipótesis se complementan en el sentido de la existencia de un proceso paralelo en que convergieron ambas circunstancias a partir de las necesidades de cada uno de los factores sociales en juego hasta llegar a un resultado a partir del cual se hace muy difícil desentrañar su génesis o buscar una sola razón originaria.
No me extenderé aquí en este particular. Sólo me referiré, a modo de ejemplo, a lo que ocurrió en el resto de América con los indígenas. Para ello citaré dos párrafos del resumen de una investigación que, a mi juicio, define muy bien todo el proceso y que es válido también en Cuba con la diferencia de que se llevó a cabo con los esclavos africanos debido a que la casi totalidad de los indígenas de Cuba fueron exterminados durante el proceso de conquista y colonización:
"La relación entre la religión cristiana y las religiones indígenas era - equivalente a la relación entre los conquistadores y los conquistados - una relación de desequilibrio y de asimetría. Los misioneros de la iglesia católica presentaron el cristianismo como la única religión verdadera e insistieron en que los indígenas abandonaran su religión antigua. Consideraron la religión de los indígenas como adoración diabólica de los ídolos paganos. En la evangelización, el método principal fue el llamado método de "tabula rasa". Los misioneros trataron de destruir totalmente las religiones precolombinas para reemplazarlas con la religión cristiana. A pesar de su intolerancia, los pocos misioneros tuvieron que hacer concesiones para poder convertir rápidamente la inmensa población indígena al cristianismo.
La contradicción principal entre la religión cristiana y las religiones indígenas se manifestó más claramente en el nivel ideológico, o sea, en una contraposición entre los sistemas de creencias. Esto apareció especialmente en la contradicción entre el monoteísmo cristiano y el politeísmo de las religiones autóctonas. Esta incompatibilidad fue parcialmente neutralizada por el culto a los santos, que desempeñó un papel fundamental en la cristianización de los indígenas. El culto a los santos contenía grandes similitudes ideológicas y estructurales con la religión politeista de los indígenas. Esto facilitó a los indígenas aceptar la nueva religión que subrayaba el dominio de un solo dios. En la formación del culto a los santos, las "apariciones" de los santos y las identificaciones entre los dioses precolombinos y los santos católicos ocuparon un papel central." [Jouni Pirttijärvi. "El sincretismo religioso en el culto a los santos de los mayas y de los aztecas."]
Con independencia del factor social que originó dicha práctica no es menos cierto que se extendió entre los esclavos quienes efectivamente vieron el modo de continuar con sus ritos y no ser castigados por ello. Durante muchos años a estos cultos se les calificó como "cosas de negros" o "brujerías", pero con el paso de los años se propagó entre toda la población hasta el día de hoy en que la practican tanto blancos como negros sin distinguir profesiones, nivel cultural o estatus social.
Aunque hemos hecho referencia a hechos históricos muy lejanos en el tiempo no debemos olvidar que la práctica de estas religiones sincréticas está muy extendida hoy en Cuba hasta el punto de atreverme a afirmar que es la religión que más seguidores tiene hoy en día, aunque esta afirmación exige una precisión.
Históricamente el catolicismo ha sido la religión "oficial" del Estado, estando presente en algunos de los actos más importantes del acontecer social como el bautizo, la primera comunión, el matrimonio o la extremaución. En todos los censos en que se pregunta por la religión que se profesa el catolicismo se ha erigido como preferente. Pero paralelamente, como a escondidas, muchos cubanos practican algunos de los ritos de las religiones sincréticas y acuden a las consultas de un babalao, de un santero o de un palero tal y como acuden a un espiritista, cartomántico o curandero. De modo que un creyente católico, o de cualquier otra iglesia cristiana, paralelamente puede practicar algún culto de estas religiones sincréticas o viceversa.
La razón de esta contradicción se fundamenta, a mi juicio, en criterios que perviven desde los tiempos de la colonia en que estas religiones eran consideras -ya lo apuntábamos- como "cosas de negros" y anatematizadas por la Iglesia Católica como contrarias al espíritu del cristianismo. En ocasiones se les vincula con prácticas oscurantistas y maléficas de lo que se denomina como magia negra y hay personas que profesan cierto temor por la creencia de que en algunos ritos se utilizan huesos humanos robados de los cementerios y sin olvidar a los que aseguran que estas religiones sirven a los intereses de Satanás.
En virtud de lo anterior existe la opinión casi generalizada en público de identificar a los creyentes de estas religiones con personas de muy bajo nivel cultural y social lo que incide en que en muchas ocasiones los ídolos u objetos con los que les rinden culto dentro de las casas estén ocultos a las miradas ajenas y que no se publicite la visita a un santero o a un babalao tal como se haría cuando se asiste a una misa católica, por ejemplo.
En Cuba se da otro fenómeno peculiar. A pesar de la ofensiva ideológica y política llevada a cabo por Fidel Castro en contra de todas las religiones hasta el punto de excluir a los creyentes de la posibilidad de acceder a determinados trabajos (magisterio, medios de comunicación, etc.), de negarles la posibilidad de ingresar en las organizaciones del partido y de la juventud y prácticamente llevarlos a la condición de marginados y de definirlos como cuasi-contrarrevolucionarios cuando no delincuentes comunes, una parte de la población ha mantenido sus creencias y otros están accediendo a ellas en la misma medida en que se agrava el deterioro físico y espiritual del país.
Algunos de los que han mantenido sus creencias han adoptado el método conocido como el de la "doble moral": en público se manifiestan como ateos mientras que en privado, a escondidas y casi clandestinamente, practican sus creencias. Es algo muy triste pero es una práctica que se manifiesta también en el plano político, ideológico, cultural y, en general, en todas las esferas de la vida social. Esta situación ha cambiado en el presente después de que Fidel se viese obligado a "autorizar" a que los cubanos pudiesen tener creencias religiosas con la garantía de que no serían perseguidos por ello.
Regla de Ocha o Santería.
Esta religión está vinculada a la noción de familia numerosa, originaria de un mismo antepasado, que engloba a los vivos y a los muertos. Al perderse el sistema de linajes tribales o familiares se produce una hermandad religiosa que involucra a los padrinos y a sus ahijados en un parentesco que va más allá del vínculo sanguíneo para convertirse en una línea horizontal abarcadora y compacta. El padrino o la madrina pasan a ser padre y madre de un sinnúmero de hijos (más exactamente "ahijados") pertenecientes a una forma de culto denominada popularmente línea de santo.
El orisha sería, en principio, un ancestro divinizado que en vida estableció vínculos que le garantizaban un control sobre ciertas fuerzas naturales como el trueno, el viento, las aguas, además de la posibilidad de ejercer ciertas actividades como la caza, el trabajo con metales, y el conocimiento de las propiedades de plantas y su utilización. El poder, aché, del ancestro-orisha tendría, después de su muerte, la facultad de encarnarse momentáneamente en uno de sus descendientes durante un fenómeno de posesión provocado por él.
La Regla de Ocha cuenta con un variado panteón de divinidades a las que hay que alegrar y satisfacer frecuentemente con ceremonias festivas que llevan este propósito. Lo esencial, para los que practican esta religión, es el culto respetuoso a los orishas mediante la adoración, alimentación y cumplimiento ritual de todas las fechas históricas dentro de la liturgia santera.
El fundamento o foco de la santería cubana, como en Nigeria entre los yoruba, es la piedra (otá), donde residen los atributos mágicos de los poderes (fuerzas naturales o deidades). Estas piedras, generalmente de los ríos, pulidas y redondas, son el receptáculo de cada una de las divinidades y los practicantes deben llevarlas consigo, al menos en los rituales de envergadura.
La adivinación constituye el pivote de la santería. Las ceremonias de iniciación se rigen por el dictamen de los dioses, quienes determinan si una persona deberá o no recibir el aché o gracia divina. Son los orishas los que deciden quiénes tienen derecho a recibir los collares, los guerreros o a iniciarse oficialmente recibiendo en su cabeza al santo que le ofrezca su paternidad. Sin la decisión de ellos, sin su consentimiento, nada puede realizarse en la vida del practicante.
En Cuba se le rinde culto con especial preferencia a Elegguá, Ochosi, Oggún, Orula, Changó, Yemayá, Obbatalá, Oyá, Ochún y Babalú Ayé. Otras divinidades objeto de culto y también adoradas y respetadas son: Oba, Orisha Oke, Naná Burukú, los Ibbeyi, Inle, Aggayú Solá, Yegguá, Osaín. La jerarquización de las divinidades está determinada por sus poderes y atributos así como por etapas históricas y las necesidades de los creyentes.
Regla de Palo Monte o Regla Conga.
La Regla de Palo Monte o Regla Conga proviene de las regiones africanas del Congo, zona hirsuta, con diversidad de tribus, dialectos, hábitos y costumbres. Congo fue el calificativo aplicado a la mayor parte de las expresiones bantú, como modo de sugerir un parentesco con el acervo cultural y religioso proveniente de este tronco linguístico.
El origen de la Regla Palo Monte es remoto e impreciso y ninguno de los elementos de la cultura conga que sobrevive en Cuba puede precisarse desde el punto de vista etnográfico, sino más bien puede afirmarse que las diferencias rituales y las tendencias de cada palero (practicante) están fijadas por sincretismos elaborados en la isla. La permeabilidad de estas sectas congas se ha visto dominada por la influencia yoruba preponderante. Las fuerzas sobrenaturales adoradas por los congos asimilan elementos y rasgos de las divinidades yoruba pero mantienen su cuerpo de historia, detrás de las cuales se encuentra un origen propiamente bantú. Nuevas categorías, elementos del culto espiritista y del catolicismo pasaron también a las sectas congas de la isla y las enriquecieron.
Regla Conga o Regla de Palo (Palo Monte) es la concepción más global que existe. Refleja la presencia del palo del monte como elemento mágico de conjuro. Es una definición que puede englobar a otras tendencias de las sectas congas de Cuba y de hecho absorbe casi todos los ritos de brujería de las restantes.
Briyumba, Kimbisa y Mayombe son las principales nomenclaturas definidoras de los cultos congos de origen bantú. Mayombe o Palo Monte es una de las más comunes y populares. El palero se sirve de la naturaleza, en franca actitud animista, para explicar la vida. Su oráculo apela a los dioses y fuerzas naturales para el ejercicio del pensamiento. Los hombres explican a los dioses y no a la inversa.
Los bailes tienen aún alguna vigencia. En cualquier casa de palo se ejecutan casi a diario en ceremonias de iniciación, de celebración de la festividad de algún dios, o simplemente para hacer que la prenda o nganga camine bien. Son de fuerte carácter colectivista. Unos son de parejas, como el palo y la yuka, otros como la macuta y el garabato, de organización más anárquica, pero todos con una formidable pantomima.
Los tambores congos con que se ejecutan estos toques para bailar y cantar son de tres tipos: la nagoma, tres tambores de duelas rectas en forma cónica invertida, con cuero clavado, para tocar sentado o ladeado el tambor. Los de yuka, llamados caja, mula y cachimbo. Y los de macuta, que pueden ser dos o tres y se tocan a mano limpia: Los macuteros se los atan a veces a la cintura para facilitar su estabilidad, son cilíndricos, muy anchos, también de duelas y flejes pintados con rayas, escudos o cualquier otra filigrana alegórica del simbolismo congo.
Utilización de piedras en la liturgia yoruba.
Los africanos creían que cuando el santo se marchaba de la Tierra iba al cielo y después regresaba en forma de lluvia que, al caer en los ríos, se convertían en piedras chinas que tomaban el color según el orisha que le había dado origen.
Estas piedras se recogían una a una y se les iba preguntando, mediante la adivinación con cocos, si tenían el espíritu de algún santo en particular. Si la respuesta era afirmativa entonces se les lavaba con el omiero de Osaín, omiero que se prepara con 21 hierbas y otros ingredientes. Después se hace el sacrificio de animales ya que la sangre de los animales fortalece y da fuerzas a ese espíritu para que se desarrolle y crezca y para que el santo pueda hablar con sus hijos.
Rasgos de algunos de los orishas más importantes. (En orden alfabético)
Argayú (Algallú).- Este orisha nace de las entrañas de la tierra. Su nombre significa "mirar hasta donde alcance la vista" y también "poderío del otro mundo." Se manifiesta a través de los volcanes y del Sol, de ahí su poderío. Es el hermano mayor de Changó aunque hay quien cree que es su padre. Tiene que ver con todos los elementos de la vida y de la muerte. Se ha sincretizado con San Cristóbal, patrón de la ciudad de La Habana, capital de Cuba.
Babalú Ayé.- Es un orisha peculiar ya que tiene un reino, Yefa, donde es dueño y señor. En la provincia de Matanzas, en Cuba, se le venera en un culto específico. Es el dios de las enfermedades y de la sangre y es a quien se le pide cuando hay problemas relacionados con la sangre y enfermedades malignas. Al único santo que respeta es a Changó porque fue este quien le quitó los perros a Oggún para dárselos a él y fue también quien lo llevó a Yefa donde lo hizo rey. A Babalú Ayé se le ha sincretizado con el San Lázaro católico de los perros y tiene su propio santuario en el pueblo de El Rincón, en La Habana, lugar donde se ha construido un leprosorio con el mismo nombre. Se le rinde homenaje el 17 de diciembre. Muchas de las promesas que se le hacen se cumplen este día conviertiendo al santuario y sus alrededores en el lugar más venerado y conocido por los cubanos y muchos extranjeros.
Changó (Shangó).- Es posiblemente el más conocido de los orishas y a que muchos fieles admiran. En su vida en la tierra fue rey. Se le ha sincretizado con Santa Bárbara. Es el dueño del rayo y del fuego. Fue adivino antes que Orula, su hermano, pero le dio su tabla a este para que se ganara la vida. Es el guerrero más fuerte y fiero de todos los orishas. Es mujeriego, alegre y guarachero, buen bailador. Es el esteriotipo clásico del macho valiente, pendenciero y conquistador que rechaza a los homosexuales. Le tiene un gran amor a la vida y es por ello que no le gusta andar en cosas de muertos. Es el dueño del tambor y le pertenece el batá.
Eggún.- En la Santería o Regla de Ocha hay una idea o creencia de rendirle honores a los antepasados o ancestros de los santeros que van a rendirle culto a sus santos u orichas mediante una ceremonia muy importante. Pero primero hay que rendirle culto a los Eggun o espíritus de sus mayores dentro de la rama a la cual pertenece ya que en la Regla de Ocha existe el principio de rendirle honores primero al muerto y después al santo. Los eggún o los espíritus de los espíritus demandan que además de rendirle honores se les dé de comer en caños y vertederos, además de gallos, gallinas y otras ofrendas. También puede realizarse una ceremonia donde se les ofrezca un toque de tambor siempre y cuando el Eggún lo pida.
Elegguá (Elegwuá).- Es el dueño de los caminos y es él quien los abre o cierra a voluntad, ya sean los caminos físicos de las calzadas como el camino de la vida. Vive dentro de las casas y se le coloca junto a la puerta principal. Es juguetón y travieso como un niño. En las ceremonias y rituales es el primero en comer. Se le ofrecen chucherías, caramelos y golosinas entre otras ofrendas. Se le ha sincretizado con el Niño de Atocha.
Ibeyis, Los.- Los Jimaguas son los santos más pequeños de la religión Yoruba. Son hijos de Changó. La palabra Ibeyi significa "jimaguas sagrados". Tienen un poder muy grande y son los niños mimados de esta religión. Se les ha sincretizado con San Cosme y San Damián.
Inle.- Médico, pescador, cazador y adivino con Ucuele. No era babalao pero tenía la autorización de Olofi para que fuera todas estas cosas y todo lo que hacía le salía bien aunque su principal función era la de ser pescador. Es patrón de los médicos. Se cuenta que es dueño de los ríos y protector de los peces.
Obatalá.- Es el primer orisha en rango porque fue el primero que bajó a la Tierra y porque en él está materializado Olofi. Su nombre significa, literalmente, Rey de todos los Santos. Es el creador de los demás orishas. Él dice todo en este mundo y cuida que todo salga bien. En Obatalá nace la luz y la oscuridad, la vida y la muerte, lo bueno y lo malo. Es el único juez de esta religión pues su palabra es ley. Es el único que puede mediar cuando hay guerra entre los santos ya que todos le respetan. Es el dios de las casas y se le pide cuando se quiere conseguir un hogar propio. En Obatalá nace todo lo puro y espiritual de esta vida. Obatalá es la cabeza de esta religión en el sentido de guía. Obatalá es quien nos juzga en la Tierra por las malas acciones. Se le ha sincretizado con la Virgen de las Mercedes.
Ochosi.- Ochosi es el único Orisha que es brujo de verdad, de acuerdo con la creencia popular. Es Ochosi quien tiene la tarea de cazar para que Olofi y Obatalá puedan comer. También es el dios de la justicia.
Ochún.- También se le conoce como Yalorde que significa Reina. Según cuenta la leyenda fue la única que pudo sacar a Oggún del bosque utilizando la miel (es la diosa de la miel). Se dice que tuvo amores con todos los Orishas, que conoce sus secretos y que todos le respetan y le quieren. Estos amores fueron en etapas (caminos) diferentes de su vida. En cada una ella fue mujer de un solo hombre. Por este atributo le corresponde ser la diosa del amor que lo hereda de su madre, Yemayá. Es la reina de la dulzura, del amor, del oro, del pelo lacio y las aguas dulces. Tiene el atributo de ser la salvadora del mundo. Es la mensajera de Olofi siendo este el motivo por el que todos los Orishas, cuando se van a coronar, tengan que ir al Ile de Ochún para darle cuenta de lo que se va a hacer. Se ha sincretizado con la Virgen de la Caridad del Cobre, Patrona de Cuba.
Oggún.- Es un orisha muy importante en la religión Yoruba porque es el encargado de dar de comer al resto de los orishas. Es el dueño de los metales y del cuchillo con el que se hacen los sacrificios. La sangre de los sacrificios que después llenará las soperas de los demás pasa primero por sus manos. Su misión es la de guerrear sin descanso por todos nosotros en la religión y en la vida. Es brujo y guerrero (como Changó) y lo demuestra en las guerras. Oggún nace de la entrañas de la tierra porque él es el hierro. La palabra Oggún significa guerra y destrucción pero también medicina y espíritu bueno y malo. Tiene mucha relación con los espíritus. Le gustan las cosas de muertos y la hechicería. Su esposa es Oyá quien le enseñó el arte del amor.
Olofi.- Es el creador del universo. Fue él quien repartió a cada oricha los dominios que cada uno tendría sobre los elementos y las fuerzas. A partir de ese momento los orishas comenzaron a ejercer sus propios influjos sobre los hombres, las plantas, las aguas y los animales que poblarían la Tierra. Siempre que se hace algo en la Regla de Ocha se le pide permiso a Olofi. Este dios supremo no come ni bebe, ni usa collares, ni tiene colores, ni yerbas, ni cantos, ni rezos, porque lo es todo en el sentido infinito de la palabra "Olofi" (Dios)
Olokun.- Reina en las aguas. Cuando se formó el mundo había más agua que tierra y por eso le corresponde el segundo lugar en jerarquía del panteón Yoruba. Su nombre también significa la profundidad de los océanos, madre de los peces y caracoles del mundo. Con Olokun viven dos espíritus: uno que representa la vida y otro que representa la muerte. Ambos están representados en las herramientas de Olokun. No habla directamente sino por boca de Yemayá.
Orisha Oko.- Junto con Olokun es el orisha más poderoso de este mundo y uno de los más venerados en el panteón Yoruba. Orisha Oko es la tierra, toda la tierra, es decir, una parte de este planeta ya que la otra parte es agua. Del matrimonio de la tierra y el mar nacen todos los orishas. Este santo tiene dos caras: de día es un hombre apuesto y hermoso y de noche es todo lo contrario. Habla por boca de Yemayá. Todo creyente debe tener este santo pues él es la tierra de donde venimos y adonde iremos al morir. Esto nos garantiza la firmeza necesaria para vivir en este mundo. Es tan viejo como el mismo Obatalá. Su grandeza viene dada, además, porque posee el misterio de la vida y de la muerte.
Orula.- Es el depositario del tablero de Ifá por medio del cual los babalaos realizan su tarea adivinatoria. El primer adivino fue Changó pero le regaló el tablero a su hermano Orula para que fuera él quien realizara esta labor. Orula es un orisha muy poderoso y tiene prioridad, por sobre todos los demás orishas, para seleccionar a sus "hijos". Los babalaos (sacerdotes de esta religión) son hijos de Orula.
Osaín.- La palabra Osaín significa conocedor, médico, comienzo de vida, eternidad. Osaín es el espíritu que vive en todo lo que tiene vida en la tierra. Es el médico de la religión. Es el dueño de todas las plantas, hierbas, y animales de este mundo. No hay nada de santo sino se pasa por los baños de las hierbas de Osaín. Osaín tiene una sola pierna, un solo brazo y un solo ojo. Este espíritu no es visible para nadie. Se le conoce a través de sus plantas y animales, en una palabra, de la vida en la tierra.
Oyá.- Oyá es uno de los cinco elementos más importantes en esta vida. Ella es la secretaria de Olofi porque es la primera que lo sabe todo en esta vida, pues es el aire. En las ceremonias de muerto se busca a una hija de Oyá para que baile el tambor por ser la muerte en persona. Oyá es dulce y pura, amable y bondadosa. Cuando hay enfermos es a ella a quien se le pide y ruega por la salud de esa persona. Cuando está enfadada, como tiene los atributos de Oggún y de Changó, es tan falsa y mala como el huracán y el tornado. Su esposo es Oggún a quien abandonó por el amor de Changó. La parió Olokun y la crió Yemayá. Oyá es la orisha del campo Ocu: la casa de los muertos, del cementerio.
Yemayá.- Es la más grande deidad del panteón Yoruba ya que de ella nacen todas las cosas de esta Tierra. Es tan vieja como Obbatalá y de este matrimonio nacen los demás orishas. En esta religión sólo hay dos orishas absolutos: Eleguá y Obatalá que nacieron primero.
Es la santa de la creatividad y de la naturaleza. En Yemayá nace el
amor y fue la que le enseñó a Changó y al resto de los orishas el arte de amar. Es buena y noble con sus hijos y con la humanidad. Cuando se enfada nadie la puede calmar y provoca calamidades a quien la enojó. Es reina absoluta en esta religión y cuando habla es como si estuviese hablando el propio Obatalá. Yemayá es la que crea y por eso es a ella a quien se le pide en problemas de embarazo. Yemayá es cabeza de la religión.
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